Martes, 26 Enero 2021 09:50

Celebrando la Palabra - IV Domingo del Tiempo Ordinario (31 de enero)

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Celebración del IV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 31 de enero de 2021.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar un cartel con una de estas frases: “Jesús asombra y convence” o “Jesús enseña con autoridad”.

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Se suele decir que las palabras se las lleva el viento, mientras que el testimonio arrastra. Este refrán no vale par a el comportamiento de Jesús, -no en vano Él apostó, contra la tradición y el refranero-, porque sus palabras están llenas de autoridad, Así lo reconoce repetidamente la gente. Él arranca admiración, enseña de una manera diferente: la verdad de su Evangelio y su testimonio son nuevos, convencen, porque lo que predica con verdad lo ratifica con la autenticidad de su vida, es esto lo que le da autoridad; que, nada tiene que ver con lo que entendemos hoy por “autoridad”. Que el Espíritu de la Verdad nos ayude a creer más comprometidamente. Con esta actitud comenzamos la celebración.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Padre por la presencia de su Hijo en el mundo.

Acto penitencial

Tú, luz que brilla en nuestra tiniebla, Señor, ten piedad

Tú, luz que alumbras a todas las naciones, Cristo, ten piedad

Tú, lámpara para nuestros pasos, Señor ten piedad

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, quieres que seamos felices y, para ello, nos has trazado el camino de la salvación; concedemos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda hacía todos. Por J. N. S. Amén.

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. A lo largo de la historia Dios ha suscitado en medio del pueblo profetas y personas de bien, esperando de ellos colaboración y fidelidad. La misión del profeta es hacerse eco de la Palabra de Dios, sin deformarla ni silenciarla. Pero ha habido malos profetas, que han querido aprovecharse de los dones de Dios para su propio beneficio y arrogancia. Tal actitud es un desacierto y Dios la rechaza.

En la segunda lectura expone San Pablo que el celibato es un medio eficaz para dedicarle más tiempo al Señor y a los hermanos. Pero celibato no es sinónimo de soltería.

En el Evangelio veremos que la enseñanza de Jesús es vital. Su doctrina parte de la experiencia y se transmite en gestos salvadores. Por eso el Evangelio tiene una gran capacidad para humanizar.

Lecturas. Dt 18,15-20. Salmo o canto. Co 7, 32-35. Aclamación. Mc 1, 21-28. (Breve silencio)

Comentario homilético. Nosotros, los creyentes, interpretamos la historia como: historia de la Salvación, gracias a las intervenciones de Dios y de sus profetas. Dios ha ido suscitando profetas en medio de su pueblo para que sean sus testigos: Anunciando, denunciando y siendo alternativa de su proyecto salvador. El profeta superior y excepcional, el profeta culminante de todos los tiempos es Jesús de Nazaret.

La segunda lectura recoge el consejo de San Pablo sobre el celibato y la consagración con los consejos evangélicos. Esta vocación es una más dentro de la Iglesia, un don del Espíritu al servicio del Reino de Dios y una gran riqueza para la Iglesia. Pero no tenemos que pensar que es una vocación superior ni siquiera más perfecta. La vocación fundamental de los cristianos es la bautismal. El Evangelio es igualmente exigente para todos los cristianos, lo mismo que la santidad, que es una llamada y un deber de todos los bautizados. Mientras no superemos esto, aceptándolo como un mandato evangélico para todos los bautizados, no estaremos haciendo Iglesia de Jesús. Estará muy bien estructurada... pero no será la Común-unidad, del Nuevo Pueblo de Dios.

El evangelio de Marcos presenta ya en su comienzo al Jesús adulto en lucha con los espíritus del mal, arrojándolos fuera de las personas y dejando claro su objetivo redentor. Él enseña y actúa con autoridad. Todo Él está lleno de verdad y bondad. La gente descubre en su persona un modo nuevo y diferente de presentar los valores humanaos y religiosos: es coherente, testimonial, es un místico y un profeta de Dios que marca pautas nunca vistas, despierta las conciencias, propone un proyecto alternativo que muchas veces los listos de este mundo pretenden ocultar por intereses mezquinos.

Si Jesús asombra, atrae y convence es porque encarna un estilo de vida que enlaza con las aspiraciones más nobles de las personas. Por eso se le reconoce autoridad; en Él hay una total fidelidad a los dones de Dios, hay un alma limpia, generosa y comprometida y hay victoria sobre las tentaciones y sobre las tendencias enfermizas -diabólicas- que muchas veces se apoderan de las personas y de los ambientes.

No hay mayor autoridad que la que brota de un alma limpia; y esa es la de Jesús. Está por encima de los votos... tal autoridad ayuda a las personas a ser mejores. el poder, sin ese tipo de autoridad, corrompe.

Nunca hemos necesitado tanto una autoridad así, como en estos tiempos de incertidumbre, miedo y, sobre todo, mentira. ¡¡QUE ÉL NOS AYUDE!! (Silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que anuncie la Palabra de Dios con la autoridad que solo concede el testimonio vivido; roguemos al Señor.

Para que las comunidades cristianas salgan al encuentro de todas las personas que buscan una respuesta a sus situaciones de angustia, roguemos al Señor.

Por nuestro mundo, atravesado por el dolor de esta pandemia, por todos los que sufrimos en nuestras carnes la dentellada del virus, para que la autoridad de la Palabra, proclamada y escuchada, arroje fuera de nosotros el mal que está causando, roguemos al Señor.

Por todos los que ansían el encuentro con Dios, para que vean colmada esta aspiración, roguemos al Señor.

Por todas nuestras in tenciones, las de nuestras familias y nuestro pueblo, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Si tenemos buena disposición, el encuentro con Jesús es siempre salvador. Él enseña con autoridad y vence a todos los espíritus inmundos. Que los encuentros con su Palabra y con el Pan de la vida refuercen nuestra espiritualidad.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Qué grande eres, Padre,
bendiciendo a todos los pueblos.

Qué acierto el envió de los profetas
acercando tus vibraciones
a hombres y mujeres de todos los tiempos.

Tus iniciativas salvadoras nos conducen rectamente.
Tienes razón en todo lo que haces.
no te has quedado corto en mensaje y comunicación.

Profetas de ayer y de hoy transmiten tu verdad
con la transparencia y el coraje de los testigos.
Todos son imagen del gran profeta: Jesucristo.

Él, ungido por el Espíritu, asombra con su enseñanza
y sorprende con gestos de salud y de liberación.
Ningún espíritu malvado aguantó su autoridad.
Su sola presencia los alejaba.

Gracias, Padre, por el santo Jesús.
y por tu Espíritu que nos llenan de salud y esperanza.
Porque nos ayudas a vencer las tentaciones
y experimentamos tus victorias, te rezamos juntos: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Acción de gracias

Gracias, Padre, porque Jesús ha venido a acabar con todos los espíritus del mal.

Gracias por los testigos del Evangelio que demuestran con su vida la alternativa saludable a tanto espíritu retorcido, engañoso y maligno.

Gracias por las distintas vocaciones cristianas con que enriqueces y das colorido a la vida de la Iglesia.

Gracias por la Redención Pascual y victoriosa, triunfo de la vida y del amor frente a todas las amenazas contrarias.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Orar intensamente para que el Espíritu de Jesús expulse el mal de este mundo.

Bendición

Monición final. El Evangelio solo se entiende bien desde la oración y la vivencia. Para comunicarlo atractivamente a los demás tenemos que orarlo y vivirlo profundamente. La mejor doctrina del mundo pierde credibilidad e influencia si los cristianos no somos verdadero testigos. Que el ejemplo de Jesús nos ayude a humanizarnos y a humanizar la condición de nuestro pueblo. Seamos responsables.

Canto final y despedida.

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