Celebrando la Palabra - VIII Domingo Tiempo Ordinario (3 de marzo)

Celebrando la Palabra - VIII Domingo Tiempo Ordinario (3 de marzo)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del VIII Domingo del Tiempo Ordinario. 3 de marzo de 2019.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Cartel con una de estas frases: “Lo bueno procede del corazón” o “La calidad se fragua dentro”

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Bienvenidos, hermanos, Estamos aquí porque valoramos la pertenencia al Pueblo de Dios y, más en concreto, a esta Comunidad.

Jesús está con nosotros y también el Espíritu que anima la Iglesia. Nos acompañan para llenarnos de sentido humano y para que desarrollemos la vida con la sabiduría propia de los hijos de Dios.

Acojamos con el corazón abierto el mensaje de este día y reforcemos entre nosotros los vínculos de comunión.

Canto

Saludo. Hermanos y hermanas, alabemos juntos al Señor, que nos quiere sanos desde el corazón.

Acto penitencial

Porque muchas veces andamos como ciegos, Señor ten piedad.
Porque no somos limpios de corazón, Cristo ten piedad.
Porque nuestra vida es estéril, Señor ten piedad.

 

Gloria

Oración. Padre de bondad, que cuidas de nosotros con la ternura de una madre, ayúdanos a entender las preferencias de tu Reino y concentrar en ellas nuestra responsabilidad. Por N. S. J. Amen

 

3. LITURGIA DE LA PALBRA

 

Monición a las lecturas. Es propio de sabios cuidar la vida; lo contrario es una equivocación. Y la mejor manera de cuidar la vida es hacer caso al Espíritu. Este es el consejo y la clave que nos deja hoy la Palabra de Dios. El Evangelio insiste en andar por la vida con los ojos bien abiertos y con tanta bondad que rebose el corazón.

Lecturas. Eclo 27,5-8. Salmo o canto. 1Co 15,54-58. Aclamación. Lc. 6,39-45. Breve silencio.

Comentario homilético. Un experto en sabiduría humana y divina, como es el autor del Eclesiástico, manifiesta que por lo que hablamos y como lo razonamos se saca la calidad y la hondura que tenemos. Porque generalmente comentamos aquello que nos interesa, lo que nos atrae por valor o aspiración.

Pero, ¿de qué solemos hablar a diario? ¿Qué comentarios son los más frecuentes en familia, con los amigos, en los ratos de ocio y tertulia?

El autor de este libro nos dice que es bueno pensar antes de hablar. Según sea la mentalidad y la espiritualidad que tengamos en el corazón, así serán nuestras conversaciones. Dice: “Como el horno prueba la vasija del alfarero, las personas nos probamos en nuestro razonar”

Hay una frese que oímos a menudo: “La ignorancia es muy atrevida”. Y Jesús lo expresa hoy en el Evangelio de esta forma: “Un ciego no puede guiar a nadie” Las vigas que tenemos en nuestros ojos nos impiden ver la realidad de nuestra propia pobreza. La única forma de acompañar educando es ir por delante con el buen ejemplo. ¿Con que autoridad moral podemos acercarnos a corregir a alguien si estamos cargados de defectos? No, lo primero es el conocimiento personal, la autocrítica e intentar vivir en la mayor coherencia posible; y después lo que Dios nos diga. Todos sabemos que motiva más el testimonio que los consejos, el ejemplo que las palabras.

En el fondo, el Evangelio nos está diciendo que la conversión comienza por uno mismo. Y, ya sabemos que para convertirnos necesitamos silencio, reflexión y oración. Recordemos siempre que lo esencial solo se ve con el corazón.

Resumiendo un poco todo el mensaje de hoy podíamos decir que, las palabras y las obras nos definen. El lenguaje y el comportamiento son los medios más corrientes por donde transmitimos los sentimientos, criterios e impulsos interiores. Es bueno reconocer que muchas veces la lengua se nos suelta demasiado y con frecuencia tenemos los ojos tapados por vigas de defectos que nos impiden ver con claridad y tener una buena perspectiva de nuestra propia realidad. Hemos de cuidar el interior, así como las palabras y los gestos, porque son la expresión visible de la calidad con la que vivimos y creemos el EVANGELIO.

Credo

Oración de fieles

Oremos para que la luz del Espíritu llegué a todas las personas, roguemos al Señor.

Oremos para que la Iglesia sea más conocida por sus gestos de cercanía y acompañamiento que por sus sermones, roguemos al Señor.

Pidamos que el valor de fidelidad a la conciencia crezca en la sociedad, roguemos al Señor,

Oremos para que, como Jesús, pasemos por la vida haciendo el bien, roguemos al Señor.

Oremos para estar bien despiertos ante todo lo que daña y para reforzar todo lo que salva, roguemos al Señor.

Oremos por nuestras familias, para que vivan con amor, respeto, diálogo y libertad, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE COMUNIÓN

 

Monición. A las personas, como a los árboles, se nos conoce por nuestros frutos. Si hay mucha bondad en el corazón, sale al exterior. Comulgando con Jesús con Jesús, seamos de los que dan ejemplo.

Canto

Plegaria

Padre, eres bueno y nos sentimos amados por ti.
De Ti no puede brotar nada malo ni dañado.
Todo lo limpio y noble procede de Ti.
Eres la fuente de la vida, pura fecundidad.

La fe y el corazón nos aseguran que eres el Maestro
lleno de testimonio y de doctrina acertada.

Es una gran suerte aprender de Ti.
Todo lo que dices te brota de las entrañas;
rebosas verdad y autoridad auténticas.

Padre, enséñanos a permanecer sanos
para que nuestra vida muestre tu bondad
y todas las personas descubramos la calidad de tu amor.

Te damos gracias por habernos plantado
en el jardín del mundo que es tu verdadero templo.

Porque mereces nuestra alabanza,
te decimos con todas las criaturas la oración de los hijos y hermanos: Padrenuestro....

Gesto de la paz

Distribución de la comunión

Acción de gracias

Gracias, Jesús por ser un modelo para todos, por tener un corazón rebosante de bondad, por tus gestos de ternura.

Gracias, porque nos corriges para que trabajemos la conversión crecientemente.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Analizar los sentimientos y comportamientos mas llamativos.

Bendición

Monición final. Hemos compartido el valor de llevar una vida sana que produce buenos frutos. Ahora regresamos a nuestro quehacer habitual. No nos dispersamos, sino que salimos dispuestos a reforzar la fraternidad siendo testigos del Evangelio. Demostremos simpatía y bondad con todos los vecinos. Dios nos acompaña. Feliz y santa semana para todos y todas.

Canto final y despedida.