Martes, 07 Mayo 2019 10:22

Celebrando la Palabra - IV Domingo de Pascua (12 de mayo)

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Celebración del IV Domingo de Pascua. 12 de mayo de 2019.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Delante del altar podemos poner una de estas frases: "SOMOS SU PUEBLO" o "LOS MIOS ESCUCHAN MI VOZ"

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Hoy es el domingo del buen Pastor, una imagen muy bíblica y eclesial, un símbolo con diversos y ricos matices. Aplicado a Jesús tiene un gran significado: el buen pastor conoce y se desvela por sus ovejas, y establece con ellas una relación tal que las ovejas le escuchan y le siguen.

Y esta imagen pude aplicarse también a cada uno de nosotros, porque estamos llamados a ser testigos y voceros de sus planes.

Teniendo a Jesús en medio de nosotros, y sabiéndonos conducidos por Él, comenzamos esta celebración.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, alabemos juntos a Dios Padre, que nos habla y nos guía por Jesús, el buen Pastor.

Acto penitencial

Tú que nos has salvado: Señor, ten piedad.
Tú, el buen Pastor: Cristo, ten piedad.
Tú que nos conduces con acierto: Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo; concédenos la alergia del reino de tus elegidos, para que el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de su pastor. Por N. S. J.

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Desde el comienzo de la Iglesia hay una vivencia clara de la singular importancia que tiene Jesús: Él es el cimiento, la piedra angular que da consistencia al edificio y lo mantiene en pie, y también es el Buen Pastor que entrega la vida voluntariamente y nos conduce por el camino recto. Nadie puede salvarnos como Él.

Lecturas. Hch 13, 14.43-52. Salmo o canto. Ap 7,9.14b-17. Aleluya. Ju 10,27-30. Breve silencio.

Comentario homilético.

Las primeras comunidades cristianas tenían una experiencia clara de quien era el Maestro: es el cimiento, la piedra clave que sostiene el edificio, el pastor bueno... y sobre todo la Luz que ilumina sus vidas, llenándolos de valentía en medio de las contrariedades de la evangelización. El ejemplo de Pablo y Bernabé, no es más que el comienzo de una larga lista de testigos de la luz, discípulos y discípulas, que a lo largo de la historia han sido regalo iluminador para sus contemporáneos, muchos lo aceptaban con sincero corazón, para otros era motivo de odio y envidia.

La Pascua nos regala cada año este icono entrañable del Buen Pastor. Y nos dice el Evangelio que para ser del grupo de Jesús, hay que escuchar su voz y seguirlo. Escuchar es mucho más que oír. Quien escucha la voz del Pastor Bueno no pude quedarse como el que oye llover. La escucha sincera al Pastor ilumina el corazón y arranca seguimiento ineludiblemente; es una consecuencia lógica. La Palabra de Jesús tiene impacto, es de calidad, enciende una luz interior.

En la escuela de este Pastor bueno se preparan cristianos y cristianas para la nueva evangelización en los "nuevos tiempos" Este Maestro enseña y educa para la acción, desarrolla teoría y práctica. Ambas se contrastan en la vida cotidiana de nuestras comunidades y pueblos donde hay tribulación, pero donde también está el Espíritu haciendo camino con todos los que libre y generosamente quieran.

Hoy, podemos decir que Jesús no ha dejado de ser el buen Pastor, el gran líder de la palabra sólida, de comportamiento coherente que ilumina el corazón y la conciencia de quien lo escucha y acepta. Su liderazgo es de amor y de servicio. Tiene un conocimiento personal de todos y cada uno; conoce nuestras historias y problemas, lo cual no es obstáculo para que exista una relación entrañable. Ofrece vida autentica a todos sin excepción. Y todo lo que hace lleva la firma del buen Dios.

Credo

Oración de los fieles

Para que la Iglesia viva al ritmo pascual de lo que anuncia, roguemos al Señor,

Por el papa, los obispos y cuantos desempeñan algún ministerio en la Iglesia, para que lo hagan con el talante y el espíritu del Buen Pastor, roguemos al Señor.

Para que los cristianos seamos un ejemplo de sensibilidad y cercanía con todos nuestros vecinos, roguemos al Señor.

Por todas las familias, para que cultiven con esmero los valores del Evangelio, roguemos al Señor.

Por los jóvenes y adolescentes, para que crezcan iluminados por el Evangelio, roguemos al Señor.

Por las vocaciones en la Iglesia y por las vocaciones a servir en las pequeñas comunidades, roguemos al Señor.

Canto

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Jesús, buen pastor, se interesa por cada uno de nosotros, nos conoce por el propio nombre y nos alimenta para que disfrutemos de vida abundante y eterna. Comulgar con Él tiene mucha transcendencia.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Querido Padre, eres digno de admiración y de alabanza.
Acaricias nuestra vida con entrañable delicadeza
nos has regalado la creación
para que disfrutamos amándola en armonía y libertad.

Eres el gran Pastor de un universo que evoluciona
y al que guías con autoridad y sabiduría.
Pero, además, eres digno de admiración
porque has enviado a Jesús como buen Pastor.

Necesitábamos un ejemplo claro, honrado;
un testimonio de humanidad generosa y oblativa.
Jesús cumple los sueños de todas las generaciones.
Está lleno de Espíritu, de sensibilidad, de valentía.
Es responsable, comprometido, fiel.

Es un pastor de voz cálida, firme, coherente,
al que siguen las ovejas por convicción.
Nos conoce, nos defiende, nos cura y nos perdona.
Atento con todos, se desvive por los más heridos.
Disfruta haciendo el bien y no admite privilegios.

Padre santo, queremos seguir a Jesús
y asumir sus gestos, sus modales, su estilo de vida.
Ahora nos unimos a su oración y rezamos juntos: Padre nuestro....

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto.

Acción de gracias

Te damos gracias, Padre, por Jesús, pastor bueno, servidor atento y arriesgado...

Te damos gracias por su vida, toda ella es una catequesis de caridad divina, de calidad humana, de Evangelio salvador.

Gracias por nuestra comunidad, haznos fuertes llenos de pasión por los demás y con espíritu misionero.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Actuar con el talante evangélico del buen Pastor.

Bendición

Monición final. Este día unas resonancias especiales. No solo hemos celebrado a Jesús como buen Pastor, sino que también nos hemos aplicado este símbolo, puesto que hemos de intentar ser siempre como espejos de Jesús entre los demás. Por eso que no falten en nosotros las actitudes propias del buen Pastor. Él sigue entre nosotros y con nosotros. Vivamos la semana dando testimonio.

Canto final y despedida.

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