Miércoles, 27 Noviembre 2019 12:21

Celebrando la Palabra - I Domingo de Adviento (1 de diciembre)

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Celebración del I Domingo de Adviento - Ciclo A - 1 de diciembre de 2019.

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 1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar el cartel que hemos elaborado para este tiempo de Adviento y junto al cartel esta frase: “Caminamos cantando a la luz del Señor”

Símbolos: Podemos colocar la corana de Adviento, u otro símbolo, -una escalera con cuatro peldaños. Tanto un símbolo como otro, llevarán cuatro velas, que se van encendiendo progresivamente. 1º domingo, una; 2º domingo, dos, ...

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Hermanos y hermanas, hoy comenzamos el Adviento y con él un nuevo Año Litúrgico. Es un tiempo de gracia, un tiempo sugerente, que nos invita a salir de nuestras seguridades y conformismos, para retomar el camino de encuentro con el Señor que viene. Sí, Jesús viene, Él, viene siempre, no esperamos otro salvador. Él, es la plenitud de todo lo que nuestro corazón busca. Nos preparamos para un encuentro gozoso, por eso nuestro deseo se hace canto de esperanza, junto a los hermanos que se han puesto en marcha con nosotros.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, alabemos juntos al Señor, que nos convoca a celebrar el Adviento.

Acto penitencial

Porque, muchas veces, hemos preferido nuestra tiniebla a tu luz, Señor ten piedad

Porque vivimos atrapados en comodidades, sin atrevernos a tomar las riendas de nuestra vida, Cristo, ten piedad.

Porque nos cuesta escuchar con el corazón tu Palabra, Señor, ten piedad.

Oración. Padre bueno, aviva en nosotros y en todos tus hijos el deseo de salir al encuentro de Jesús, acompañados por obras y signos de conversión. Que la Iglesia se abra fielmente a la redención y que esta Comunidad sea testigo de tu Reino. Por J. N. S. Amén.

Se omite el Gloria durante todo el tiempo del Adviento

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Las lecturas nos ofrecen pistas de cómo debemos caminar, si queremos vivir como creyentes; se nos pide espabilarse, estar vigilantes para que la rutina no nos destruya la voluntad. Tener cada mañana el oído y el corazón atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor, y poner en ello lo mejor de nosotros, para hacer la vida agradable a todos... y juntos, esperar al Señor ¡¡VEN SEÑOR JESÚS!!

Lecturas. Is 2,1-5. Salmo o canto. Rm. 13,11-14 Aclamación (Pude ser Aleluya) Mt.24,37-44. Breve silencio

Comentario homilético. La palabra de Dios nos invita a caminar por la vida despiertos y con dignidad. Comenzamos este nuevo ciclo litúrgico con una invitación clara: debemos ser siempre hijos de la luz, es decir, procurar rechazar todo lo que nos aparta del bien.

Por tanto, recuperemos la conciencia, afinemos la sensibilidad, estemos preparados para que nadie nos manipule ni arrebate nada digno de nuestra personalidad. Hermanas y hermanos, se nos propone actuar con los recursos de la verdad y de la luz, como Jesús, que no tuvo nada que ocultar ni ningún trapo sucio que esconder.

El ideal y el objetivo confluyen en la expresión de la segunda lectura: “Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad”. Por eso, nada de desear mal a nadie, ni disputas inútiles, nada de hacernos la vida imposible. Para poder vivir de ese modo debemos ponernos la vestidura de Jesús, es decir, acercarnos lo más posible a su forma de ser, de sentir, de actuar...

Emprendamos esta nueva etapa, este tiempo de gracia, animados por las melodías que brotan de un corazón esperanzado. La Esperanza es una de las virtudes esenciales para vivir y transmitir alegría, y confianza en el futuro; que siempre será futuro de Dios hecho realidad en el Hoy de nuestra vida. (Silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Señor te pedimos que todos los pueblos caminen por sendas de justicia y de paz. Roguemos al Señor.

Para que todas las comunidades cristianas sean focos de luz en medio de la sociedad. Roguemos al Señor.

Para que nosotros, creyentes de N., sepamos acercar el Evangelio a nuestros vecinos y vecinas. Roguemos al Señor.

Para que seamos animadores de esperanza, sobre todo en los más decaídos y desorientados. Roguemos al Señor.

Te pedimos también por nuestras intenciones personales y comunitarias, Tú, que sabes de nuestros trabajos y desvelos, ayúdanos a seguir animados por la esperanza de tu venida. Roguemos al Señor.

 

4. RITO DE COMUNIÓN

 

Monición. Jesús nos ofrece la posibilidad de alimentarnos, no solo con la presencia de la comunidad reunida y con su Palabra, sino también con el pan de la vida, partido y repartido para sus hijos, Dios es tan bueno... “Es un pedazo de pan”. Su presencia nos alimenta para mantener el empuje de los verdearos creyentes.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Padre bueno,
desde los cuatro ángulos de nuestra geografía
te bendecimos con los hombres y mujeres
jóvenes, niños y mayores de nuestro pueblo.

Lanzamos al viento una melodía de esperanza
porque creemos en Ti.

Nos alegramos, con sano orgullo,
de que nuestra pequeña historia esté atravesada por tu salvación.

Gracias a tu Espíritu , pretendes limpiar la atmósfera de la sociedad
y también de tu Iglesia, necesitada de conversión.

Guiados por Jesús y por su Evangelio,
caminamos y cantamos juntos en Comunidad creyente.

Atraídos por tus promesas cumplidas
y sintiendo a Jesús en medio de nosotros,
a una, te bendecimos diciendo: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Acción de gracias

Te damos gracias, Padre, porque vivimos la fe en comunidad. Nos anima pertenecer a esta parroquia. En ella percibimos el entusiasmo del Espíritu y el calor de los hermanos.

Te pedimos por todas las comunidades cristianas, especialmente por las pequeñas y sencillas, como la nuestra, para que en todas, crezca la esperanza y las ganas de sacar del corazón las mejores melodías, contagiando el gozo de creer y crear.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Quitar de nuestra vida los “puntos negros” trabajando la conversión personal y comunitaria.

Bendición

Monición final. Adviento es tiempo de sana ilusión y de necesaria esperanza. También hoy necesitamos salvación. Los cristianos sabemos que cuando Jesús es aceptado, la historia personal y comunitaria cambia, adquiere un sentido profundo y nos abre a la fraternidad solidaria: aprendemos a compartir a ser generosos, dar nuestro tiempo, nuestra cercanía... un buen modo de comenzar el Adviento.

Buena semana para todos.

Canto final y despedida

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