1. AMBIENTACIÓN

Junto a los símbolos del Adviento podemos poner esta frase: “¡Ven, Señor Jesús!”

2. RITOS INICIALES

Monición de entrada. Estamos a las puertas de la Navidad cristiana. La otra navidad, la comercial y consumista, hace ya semanas que la tenemos encima. Entre puntos de vista tan diferentes, a la hora de interpretar la Navidad, nosotros los creyentes, los cristianos y cristianas, tenemos que optar siempre por los valores solidarios.

Sin amor compartido y generoso, la vida, y por lo tanto la Navidad, es pobre, casi, indecente. Si algo de especial tiene la Navidad es precisamente hacer excelente lo que hacemos bien todo el año: el empeño por un mundo mejor; trabajando por la igualdad de todas y todos, en fraternidad universal, que, ha de hacerse realidad en nuestras pequeñas comunidades. Que el gozo de creer se convierta en melodía de esperanza en un mundo sin odios.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, alabemos juntos al Señor, que nos ha llamado a formar parte de su Pueblo.

Acto penitencial

Tú, el deseado de los pueblos: Señor, ten piedad.

Tú, el anunciado por los profetas: Cristo, ten piedad.

Tú, el fruto bendito de María: Señor, ten piedad.

Oración. Padre, nos has llamado a formar parte de tu pueblo santo. Nos has hecho hijos de adopción y quieres que seamos testigos de la Luz. Aviva en nosotros la sensibilidad por el Evangelio, para que crezcamos en conciencia y compromiso por la redención. Por J. N. S. Amén

3. LITURGIA DE LA PALABRA

Monición a las lecturas. Entre los muchos anuncios y propagandas de estos días, intenta abrirse paso la Palabra de Dios, proponiéndonos señales y experiencias acerca del Mesías, Dios ha cumplido su promesa. Ahora debemos tener la convicción de que es posible y necesario continuar su compromiso.

Lecturas. Is,10-14. Salmo o canto. Rm 1,1-7. Aclamación. Mt 1,18-24. Breve silencio.

Comentario homilético. Una de las señales que caracterizan el proceder de Dios es que cuenta con las personas para llevar a delante la historia de la salvación. Los que tenemos experiencia de ello, sabemos que la iniciativa parte de Él, y nos llama a colaborar.

Está muy claro en José y María. Ellos son personas sencillas, gente del pueblo, vecinos normales de una pequeña aldea de Galilea, que participan de la situación social, política y religiosa del momento. Dios se fija en ellos y los elige para una misión muy especial. Su respuesta es la que corresponde a los buenos creyentes: Un Sí a Dios y, la historia, pero un sí no es ajeno a conflictos y complicaciones, y no es fácil de mantener.

Destacamos hoy, la ejemplaridad de José y María, ellos fueron fieles hasta el final, no se cansaron de colaborar de manera discreta, sencilla. Son un ejemplo para los creyentes de todos los tiempos.

Pero el personaje central es Jesús, aunque se hable más de José y María, todo el texto que hemos escuchado quiere anunciarnos quien es Jesús. Lo más importante para la comunidad del momento, y también de este momento, es que quede claro que Jesús es de arriba, que tiene su origen en Dios, más que en una pareja humana.

Dios mismo pone el nombre al que va a nacer: Jesús -el que salva-, El Dios-con-nosotros. Por medio de Él, serán perdonados los pecados y todo tiene lugar en la comunidad.

Somos llamados a la fe, a formar parte de un pueblo que camina hacia la liberación, que tiene la santidad como tarea, para hacer historia de la salvación, es decir, Reino de Dios. (Silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que presente en todo lugar el verdadero rostro de Jesús, roguemos la Señor.

Por nuestro pueblo, para que no cierre nunca las puertas al Salvador, roguemos al Señor

Para que, a imitación de María y de José, sepamos acoger y colaborara con los planes de Dios, roguemos al Señor.

Para que celebremos la Navidad solidariamente, sin dejarnos atrapar por el consumismo, roguemos al Señor.

Para que no se malogre la esperanza de los pobres y de los que tienen menos suerte, roguemos al Señor.

Por todos nosotros, para que seamos símbolos de la presencia del Señor en medio del pueblo, roguemos al Señor

4. RITO DE LA COMUNIÓN

Monición. Jesús quiere recorrer toda nuestra persona. Nos quiere iluminar completamente. Eso es también comunión.

Canto

Introducción al Padre nuestro.

En vísperas de Navidad nos unimos, Padre,
a la oración de Jesús en medio de la gente:
y te decimos: Bendito seas
porque has ocultado el Evangelio a los orgullos
y lo has revelado a los sencillos.

Sí, Padre, así eres Tú.
Te has manifestado de mil modos
para que te encuentre el que te busca.

Quieres que todos se salven
y lleguen a la experiencia liberadora de la Verdad.
Invitas y convocas insistentemente
al gran banquete de tu Reino.

Has enviado a tu Hijo sólo para salvar
pero hay quien se resiste a la Luz,
quien rechaza tu invitación
y así se incapacita para el Evangelio.

También nosotros somos pecadores...
Por eso, Padre, acerca aún más tu presencia
y ven a salvarnos.

Llena a la sociedad y también a tu Iglesia
de Espiritualidad evangélica.

Nosotros nos unimos ahora en oración
junto a todas las personas de buena voluntad
y a una sola voz te rezamos: Padre nuestro...

Gesto de la Paz

Distribución de la comunión

Acción de gracias

Ante la proximidad de la Navidad, se invita a la asamblea que de gracias espontáneamente.

5. RITO DE CONCLUSIÓN

Compromiso. Navidad austera, solidaria y en comunión con los de cerca y los de lejos.

Oración después de la comunión (se toma del misal)

Bendición

Monición final. Gracias a la colaboración de María fue posible que la semilla salvadora de Jesús germinara en la tierra. En las puertas de la Navidad, María vuelve a ser para todos nosotros modelo de sensibilidad creyente, cercano y colaborador. Ahora nos corresponde a nosotros hacer posible otros proyectos de servicio y solidaridad.

Canto final y despedida