1. AMBIENTACIÓN
Podemos colocar un cartel con una de estas frases: “El amor no pasa nunca” o “El amor pide fidelidad”.
2. RITOS INICIALES
Monición de entrada. Hermanas y hermanos, una revelación formidable ha llegado hasta nosotros: “Dios es amor” y nos ha amado constantemente. Él es el manantial del cariño que riega nuestros más nobles sentimientos. Él alienta la fidelidad de nuestras opciones.
El amor divino y humano es, al mismo tiempo, la base y el ideal de la vida cristina, y lo es especialmente del matrimonio. No hay mejor programa para la vida de pareja que amar como Dios nos ama. Prometerse fidelidad en el Señor es valorar la fidelidad desde la lógica del amor dinámico y creativo que Dios nos regala.
Que esta celebración refuerce nuestra experiencia amorosa y nos ayude a comprender mejor la maravilla del amor.
Canto
Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor, que nos llama a vivir en el amor fiel y responsable.
Acto penitencial
Permitamos a nuestra sensibilidad que mire en profundidad la calidad de nuestro amor (breve silencio)... y pidamos perdón si encontramos motivos.
Señor, eres nuestro aliento.
A veces nos hemos sentado a la puerta de la vida
sin saber a dónde dirigirnos.
Navegamos a la deriva
como si el amor no fuera lo más importante.
Y crecía el egoísmo.
Pero Tú nos has acogido con rostro y ternura de madre
y hemos sentido tu perdón.
Al llenar nuestro corazón de sensibilidad cristiana,
renovamos la ilusión y confirmamos los compromisos.
Y llenos de confianza en tu perdón decimos:
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Gloria
Oración. Dios todopoderoso y eterno, que desbordas con la abundancia de tu amor los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que perdones lo que pesa en la conciencia y nos concedas aun aquello que la oración no menciona. Por N. S. J.....
3. LITURGIA DE LA PALABRA
Monición a las lecturas. En el plan de Dios mujeres y hombres hemos sido creados para el amor. Este impulso, tan profundo y necesario, no solo nos une en un proyecto de vida compartido, sino que es un símbolo evidente de la presencia de Dios en nuestras vidas.
El amor humano es alteridad y complementación. Nadie que se casa por amor verdadero, espera la ruptura o el divorcio. En el Evangelio Jesús reafirma el ideal del matrimonio: Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y formarán los dos una nueva unida. Por eso, lo que Dios a unido que nada humano lo separe.
Lecturas. Gn 2, 18-24. Salmo o canto. Hb 2, 9-11. Aclamación. Mc 10, 2-16. (Breve silencio)
Comentario homilético. Cuando Jesús decidió dar la cara públicamente por el Reino de Dios, no lo tuvo fácil. Hubo gente que lo buscó para aclarar dudas o para ensanchar el espíritu; pero otros se le acercaron con mala intención... Una de las cuestiones que le plantearon, para ponerlo a prueba, fue la del divorcio, una cuestión bien actual.
Para Jesús el ideal es el que viene desde el principio. Los relatos bíblicos de Génesis recogen el plan de Dios de estar presente en el amor de la pareja como testigo cordial y animador; dice el texto: “No está bien que el hombre esté sólo; voy a darle alguien como él que le acompañe”. “Y creó Dios al ser humano a su imagen... hombre y mujer los creó”. Alteridad y complementación están diseñadas en la psicología humana y engarzadas por el atractivo mutuo y por el amor. El amor es lo que da estabilidad a la pareja.
Hoy se oye decir mucho que el matrimonio es ante todo un fenómeno cultural, otros entienden que tiene mucho de natural, otros llegan a decir que es un simple contrato. Y nosotros preguntamos: ¿Podemos decir que el ideal es como Jesús lo presenta?
Nosotros los cristianos creemos que sí. Y por eso debemos propagar este ideal con la palabra, pero mucho más con el ejemplo. Sobre todo, debemos publicar con el testimonio que es posible un amor de pareja fiel y duradero. En esto sí que el ejemplo vale más que todas las teorías y palabrerías.
Pero hemos remarcado la palabra Ideal; por eso también debemos de ser muy comprensivos y respetuosos con la realidad: no todos llegan a alcanzar el ideal, como nos sucede a muchos en otros ámbitos de la vida. Sin embargo, esto no nos impide ser críticos con la realidad, para no ver como normal lo que estadísticamente es corriente.
Según A. De Mello, preguntaba una pareja de recién casados: ¿Qué debemos hacer para que perdure nuestro amor? y les respondió: “Amad los dos juntos otras cosas” Es lo que propone otro autor contemporáneo: “Habéis nacido juntos y juntos permaneceréis para siempre jamás. Estaréis juntos cuando las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días. Sí, estaréis juntos aún en la callada memoria de Dios. Pero dejad que haya espacios en vuestra compacta unidad. Y dejad que los vientos de los cielos dancen entre vosotros. Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una atadura: dejad más bien que haya un mar meciéndose entre las costas de vuestras almas... Cantad y danzad juntos y estad gozosos, pero conservad cada uno vuestra soledad. Hasta las cuerdas del laúd están solas, aunque vibren con la misma música... Estad juntos, pero no demasiado juntos: porque las columnas del templo guardan distancias, y el roble y el ciprés no crecen el uno a la sombra del otro” -Khalil Gibrán- (Silencio de interiorización)
Credo
Creemos en Ti, Dios bueno, y te damos gracias por la fe.
Creemos que por medio de una conciencia recta se descubre mejor tu belleza, que abarca a todo lo creado, aunque la belleza suprema sólo reside en Ti.
Creemos que res familia, hogar, espejo amoroso para todos cuantos emprendemos la ruta feliz y esperanzada del matrimonio.
Creemos en la vida y queremos prolongarla responsablemente. acogiéndola en nuestra casa con agradecimiento y con cariño.
Valoramos la vida en común y apostamos sin reservas por el compartir. Queremos extender al máximo la amistad.
Creemos en la familia. La soñamos abierta, con capacidad de acogida, construida sobre el cimiento de la generosidad.
Creemos que el amor y la fidelidad se amasan y se construyen día a día.... y creemos también en Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor que fue concebido....
Canto: Si me falta el amor...
Oración de los fieles
Para que la Iglesia sea un símbolo permanente del amor de Dios, roguemos al Señor.
Para que se promueva en los pueblos la cultura del amor fiel y generoso en todos los ámbitos de la vida, roguemos al Señor
Por los esposos, para que sean fieles invirtiendo en: entrega, comunicación y fidelidad, roguemos al Señor
Para que vivamos intensamente el amor en familia, roguemos al Señor.
Por las parejas en crisis, por los separados y divorciados y por todos los que sufren, roguemos al Señor
Para que los jóvenes descubran en la experiencia del amor un impulso generoso y alegre, roguemos al Señor.
4. RITO DE LA COMUNIÓN
Monición. La comunión con Jesús refuerza la vida en el amor, porque proporciona una gran calidad a los creyentes, Compartamos a Jesús eucaristía reforzando la vocación a vivir el sacramento de la Alianza.
Canto
Introducción al Padre nuestro
Padre, te queremos.
El encuentro contigo nos entusiasma.
Desde que te hemos conocido,
sabemos que no hay amor
tan limpio y generoso como el tuyo.
Gracias a la fe, valoramos este amor evangélico.
Sabemos que se construye día a día
con silencios y palabras,
con gestos de acogida y de comunión,
con sacrificios y mucha sensibilidad.
Sabemos también que esta palabra tan hermosa, amar,
es muy difícil de conjugar en la vida diaria.
Tú la has elegido para definir tu identidad:
nos has amado el primero.
Tu amor tierno y sorprendente
está por encima de toda comparación.
Padre, bendice a todas las parejas
Acompáñalos en su entrega.
Alarga hasta el cielo el sacramento del amor.
Con todos los que brindan enamorados
y con todos los que cantan tu bondad,
te decimos junto a ellos y con ellos: Padre nuestro...
Gesto de la paz
Distribución de la comunión: canto
Acción de gracias
Señor y Dios nuestro.
te damos gracias porque eres el Dios del amor.
Nos has creado con infinitas ganas de amar
y has querido que el amor conyugal
sea para nosotros los cristianos un sacramento:
un signo de tu presencia, de la gracia y de tu amor.
Te alabamos por todo el amor que existe en el mundo:
el de los esposos, el de los padres, el de los hijos,
el de los hermanos y familiares, el de los amigos y vecinos...
Nos unimos a todos los que han hecho de su vida
un poema de amor compartido.
Y te damos gracias especialmente por Jesucristo,
el que gastó la vida en amar a todas las personas.
5. RITO DE CONCLUSIÓN
Compromiso. Promover con la palabra y el ejemplo una cultura del amor responsable y fiel.
Oración después de la comunión: se toma del misal
Bendición
Monición final. Es misión nuestra, como cristianos, publicar el amor de Dios y testimoniar un amor humano limpio y fiel. El amor se realiza cuando se prefiere al otro sobre uno mismo y cuando se reconoce su diferencia y su libertad. Aceptarnos, comprendernos, ayudarnos, hacernos mutuamente felices, es el camino necesario para que florezca el amor en nuestros hogares.
Acerca del matrimonio debemos exponer el ideal, pero ser comprensivos y respetuosos con la realidad. Como personas y como creyentes, lo nuestro es demostrar que el amor es posible. Para ello contamos con el ejemplo de Jesús. Es garantía de unión y fidelidad.
Canto final y despedida