Celebrando la Palabra - XIII Domingo Tiempo Ordinario (30 de junio)

Celebrando la Palabra - XIII Domingo Tiempo Ordinario (30 de junio)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del XIII Domingo del Tiempo Ordinario. 30 de junio de 2019.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “Caminemos según el Espíritu” o “Mirar siempre adelante”

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Bienvenidos a la celebración festiva de la libertad. La Palabra de Dios nos recuerda hoy algo muy importante: En todo momento y situación debemos vivir a la altura de los buenos discípulos de Jesús, que rompen ataduras por seguirlo. Esto es posible si entendemos y cultivamos los valores del Espíritu, en especial la libertad. Con este deseo de vivir en la libertad de los hijos de Dios comenzamos la celebración.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al señor, que nos llama a vivir en libertad.

Acto penitencial

Tú que nos ayudas en la conversión: Señor, ten piedad.

Tú que intercedes siempre por nosotros, Señor, ten piedad.

Tú que eres capaz de hacernos criaturas nuevas, Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz; concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por J. N. S.

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Cuando Dios llama si se escucha con el corazón, con autenticidad, se deja todo para seguir la llamada. a eso lo llamamos vocación. Es un camino que conviene iniciarlo ligeros de equipaje para poder anunciar el Evangelio de la libertad. Jesús no quiere discípulos a la fuerza, sino personas convencidas y desprendidas.

Por condición humana nos atrae la libertad; por vocación cristiana la libertad queda más iluminada y fortalecida. Pero est6a bella aspiración está siempre amenazada por lo que conocemos como “libertinaje”. A nosotros/as nos la libertad nos la da el Espíritu del Señor, así podemos disfrutar de la auténtica libertad.

Lecturas. 1R 19,16b. 19-21. Salmo o canto. Gá 431b.5,1.13-18. Aclamación. Lc 9,51-62.

Comentario homilético. La carta de San Pablo es reconocida como la carta de la libertad cristiana. El pasaje de hoy recoge afirmaciones de enorme significado: Hermanos, vuestra vocación es la libertad”; “para vivir en libertad Cristo nos ha liberado”; “andad según el Espíritu y no realicéis las obras de la carne”...

Muchos piensan hoy que Dios coarta nuestra libertad. No están en lo cierto, Dios nos llama pero siempre respeta la respuesta de las personas porque Él nos convoca a la libertad. su plan consiste en proyectarnos hacia ese ideal para que sepamos distinguir bien entre Libertad y nuestros caprichos egoístas.

La libertad es sagrada y por ello muy frágil. Si no se cuida quiebra fácilmente para convertirse en libertinaje. Quien mejor nos enseña a cuidarla es Dios, su Espíritu. Por ello la libertad de Espíritu es la mayor, la auténtica. En Dios no existe la más mínima sombra de libertinaje. La libertad que nos ofrece y nos transmite es: exigente, saludable y constructiva, porque está en relación estrecha con el amor y el servicio de la paz.

Para seguir a Jesús hay que ser muy libre, muy desprendido... por ahí va la vocación cristiana. No valen para cristianos aquellos que juegan a la conveniencia, que nadan y guardan la ropa, que varían de parecer según situaciones e interese; el seguimiento pide generosidad y mucho amor.

El texto Evangélico deja claro las condiciones para seguir al Maestro:

- Quién se adhiere a Él es porque quiere, no porque se lo impongan.

- No se pude rechazar a quienes no entran por este camino.

- Los verdaderos discípulos de Jesús son tan desprendidos que no consideran nada como propio. “No tienen donde reclinar la cabeza “

- El Reino de Dios y la misión son lo primero.

- El seguimiento a Jesús es cosa de valientes que solo miran hacia delante.

- La vocación cristiana es libre y liberadora. (silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Oremos por la Iglesia, para que promueva la auténtica libertad, roguemos al Señor.

Oremos por los responsables de los pueblos, para que trabajen siempre por el bien común y la dignidad de las personas, roguemos al Señor.

Oremos para que haya fraternidad y testimonio en todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.

Oremos unos por otros, para que vivamos con elegancia la vocación que sentimos. roguemos al Señor.

Oremos por todas nuestras intenciones y necesidades, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Nadie garantiza la libertad como Dios. Donde está su Espíritu, allí crecen la libertad y los compromisos valientes. Aprendamos hoy de Jesús a ser valientes desprendidos y arriesgados.

Canto

Introducción al Padre nuestro

 

Padre bondadoso, nos has hecho a tu imagen:
por eso nos quieres, espirituales, libres y felices.
Tenemos buenas vibraciones, ganas de ser buenos.
queremos cumplir tu voluntad y seguir a Jesús.

Pero conoces también nuestra debilidad y pecado.
Muchas veces somos una confusión:
No hacemos el bien que queremos
y hacemos el mal que no queremos.

Tú nos das la solución: seguir al Espíritu.
Y tienes toda la razón:
nadie enseña, ni guía, ni libera
como el Espíritu que nos has dado.

Padre bueno, bendícenos con el don de la libertad.
Enséñanos a valorar el equilibrio interior.
ilumínanos para aprender de Jesús y seguirlo.

Animados por su ejemplo, rezamos juntos
la oración de los hijos y los hermanos: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto.

Acción de gracias

Te damos gracias Jesús. Eres para nosotros:

- El ideal que atare nuestras aspiraciones.

- El buen pastor que cuida entrañablemente de todas las ovejas

- El Evangelio vivo que ilumina nuestros pasos.

- La verdad que aclara dudas y mentiras.

- El camino que conduce a la plenitud y al encuentro con el Padre bueno.

- El Hermano ejemplar, amigo y redentor.

Jesús, que bendición ser como Tú.

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Romper con todo lo que me impide seguir con libertad a Jesús.

Bendición

Monición final. Hermanas y hermanos, la libertad se conquista cada día. La libertad interior la alcanzamos por la fidelidad al Espíritu. Pero hay que alcanzar también la libertad social; sin esta la libertad personal queda rebajada. Recordemos que el seguimiento de Jesús y los valores importantes no admiten vacaciones. En todo tiempo, también en verano, los hemos de trabajar; nunca han de quedar apartados. Feliz semana para todas y todos.

Canto final y despedida