8 de mayo: Vigilia “Enlázate por la Justicia”

8 de mayo: Vigilia “Enlázate por la Justicia”

Organizada por la Comisión Diocesana de Justicia y Paz con la colaboración de CONFER, Manos Unidas y Cáritas, el próximo 8 de mayo a las 20:00, la Iglesia de San Agustín acogerá la Vigilia “Enlázate por la Justicia”. Este año, enmarcada en el Año Jubilar, la Vigilia lleva por lema “Embajadores de la esperanza: juntos contra la trata de personas”.

Convocados como Embajadores de la Esperanza, a la luz del jubileo, caminamos con el corazón abierto a la renovación, la compasión y la solidaridad, reconociendo nuestro compromiso común con la justicia.

La peregrinación es un camino sagrado en el que cada paso nos acerca más a nuestra misión. Como peregrinos, nos hacemos representantes de un camino de transformación. En este año jubilar abrazamos la llamada a restablecer la justicia, a llevar la libertad a los oprimidos y a apoyar a los más vulnerables. Este año reconocemos la poderosa interconexión entre la trata de seres humanos, la migración forzada y el cambio climático.

Muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares a causa de la guerra y de los conflictos, de la sequía, del aumento del nivel del mar, de los incendios y de las tormentas de lluvia y de nieve. Esta creciente vulnerabilidad expone a las personas a un mayor riesgo de trata y explotación.

Unamos nuestras manos y nuestros corazones en todo el mundo mientras emprendemos esta peregrinación de oración y solidaridad. Demos un paso adelante junto a quienes sufren pérdidas y dificultades extremas y demos testimonio de esperanza, justicia y libertad.

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA XI JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN
Y REFLEXIÓN CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

 

Embajadores de esperanza: juntos contra la trata de personas

 

¡Queridos hermanos y hermanas!

Con alegría me uno a ustedes en la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas. Este acontecimiento coincide con la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, mujer sudanesa y religiosa, que fue víctima de la trata cuando era niña y se ha convertido en un símbolo de nuestro compromiso contra este terrible fenómeno. En este año jubilar, recorramos también juntos, como «peregrinos de la esperanza», el camino contra la trata.

Pero, ¿cómo seguir alimentando la esperanza ante los millones de personas, especialmente mujeres y niños, jóvenes, migrantes y refugiados, atrapados en esta esclavitud moderna? ¿De dónde sacamos un nuevo impulso para luchar contra el comercio de órganos y tejidos humanos, la explotación sexual de niños y niñas, los trabajos forzados, incluida la prostitución, el tráfico de drogas y de armas? ¿Cómo podemos registrar todo esto en el mundo y no perder la esperanza? Sólo elevando nuestra mirada a Cristo, nuestra esperanza, podemos encontrar la fuerza para un compromiso renovado que no se deje vencer por la dimensión de los problemas y los dramas, sino que se esfuerce en la oscuridad por encender llamas de luz, que juntas puedan iluminar la noche hasta que amanezca.

Los jóvenes de todo el mundo que luchan contra la trata nos ofrecen un ejemplo: nos dicen que debemos convertirnos en embajadores de la esperanza y actuar juntos, con tenacidad y amor; que debemos estar al lado de las víctimas y los supervivientes.

Con la ayuda de Dios, podemos evitar acostumbrarnos a la injusticia, alejarnos de la tentación de pensar que ciertos fenómenos no pueden erradicarse. El Espíritu del Señor Resucitado nos sostiene para promover con valentía y eficacia iniciativas dirigidas a debilitar y contrarrestar los mecanismos económicos y criminales que se benefician de la trata y de la explotación. Nos enseña ante todo a ponernos a la escucha de las personas que han sido víctimas de la trata, con cercanía y compasión, para ayudarlas a ponerse de pie, recuperarse y, junto con ellas, identificar las mejores vías para liberar a los demás y hacer prevención.

La trata es un fenómeno complejo, en constante evolución, y se ve alimentada por las guerras, los conflictos, el hambre y las consecuencias del cambio climático. Por consiguiente, requiere respuestas globales y un esfuerzo común, a todos los niveles, para contrarrestarlo.

Los invito, por tanto, a todos ustedes, especialmente a los representantes de los gobiernos y de las organizaciones que comparten este compromiso, a unirse a nosotros, animados por la oración, para promover iniciativas en defensa de la dignidad humana, por la eliminación de la trata de seres humanos en todas sus formas y por la promoción de la paz en el mundo.

Juntos - confiando en la intercesión de Santa Bakhita - lograremos hacer un gran esfuerzo y crear las condiciones para que la trata y la explotación sean proscritas y para que siempre prevalezca el respeto de los derechos humanos fundamentales, en el reconocimiento fraterno de nuestra humanidad común.

Hermanas y hermanos, les doy las gracias por la valentía y la tenacidad con las que llevan adelante esta obra, implicando a tantas personas de buena voluntad. ¡Sigan adelante con la esperanza en el Señor, que camina con ustedes! Los bendigo de corazón. Rezo por ustedes y ustedes recen por mí.

Vaticano, 4 de febrero de 2025

FRANCISCO

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Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 7 de febrero de 2025