¡Feliz pascua, Hermanos!
«ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR, SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO».
«DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA».
Dios actúa todos los días obrando en nuestro favor. Desde la creación, siempre buscándonos, saliendo a nuestro encuentro, a pesar de nuestros desencuentros, porque nos ama, somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Esa actuación se ha manifestado total y definitiva en Jesucristo. Estando nosotros muertos por el pecado, por el mal ejercicio de nuestra libertad, él se apiadó de nosotros y de nuestra miseria, se hizo hombre en las entrañas de una mujer, Santa María, compartió nuestra vida, alegrías y penas, tristezas y esperanzas, y nos amó hasta el extremo, como nadie ha amado, hasta dar la vida y morir por los amigos y enemigos. Pero de nada hubiera servido su entrega, fuera de ser un acto heroico, si todo hubiera quedado bajo una losa, en un sepulcro. La victoria hubiera sido de la muerte, del diablo y del mal. Pero no. Experimentó la muerte, y fue sepultado, pero RESUCITÓ DEL SEPULCRO, DE ENTRE LOS MUERTOS Y VIVE Y NOS ABRE LAS PUERTAS DE LA VIDA, NOS DA APRTE EN SU VICTORIA SANTA. HAY ESPERANZA, HAY UN AMOR MÁS FUERTE QUE LA MUERTE, EL DE DIOS. HAY MOTIVO PARA LA ALEGRÍA Y EL GOZO.
Su sepulcro está vacío. El evangelio lo afirma; pero no porque robaran el cuerpo, dejando allí las vendas y el sudario enrollado; un judío no tocaba un cadáver porque se hacía impuro y los que roban no se detienen en detalles. Se ha aparecida a la Magdalena, a Pedro, a Juan y a los demás discípulos. Jesús había anunciado su resurrección.
Esta es la gran noticia que nos llena de alegría y gozo. Esta es la razón de vivir siempre, no un día, ni solo cincuenta días, los de la pascua, sino siempre, incluso en los funerales: Estamos marcados, unidos al Resucitado, le pertenecemos y nos pertenece, y resucitaremos con él.
Es más: nuestra tarea es vivir nosotros la Pascua de Cristo. Creer, celebrar y vivir siendo testigos de la resurrección. Dicho de otro modo: Pasar haciendo bien, como él y curando a los oprimidos por el diablo. Dios está con nosotros. Sigue estando con nosotros todos los días hasta el fin del mundo en la comunidad, reunida, en su Palabra y en los sacramentos, particularmente en la Eucaristía, y en todo hombre o mujer que sufre.
Seamos hombres y mujeres que nos dejamos renovar por el Espíritu del Resucitado; que vivimos en la esperanza de la resurrección futura; que buscamos los bienes de arriba, donde está Cristo y que los vemos encarnados en él.
Vayamos abriendo sepulcros, cerrazones, corazones, rompiendo tantas y tantas cadenas que nos atan y nos quitan la verdadera libertad para seguir al Libre, Jesús.
Vayamos a resucitar, a levantar de tantos sepulcros que nos tienen enterrados , el egoísmo, el materialismo, el individualismo el relativismo, la violencia, que llenan de muerte y de olor a muerte nuestra convivencia; vayamos a levantar a tantos caídos con la fuerza del amor que tiene su fuente en Dios. Sólo el amor da alas al hombre para que pueda soñar, volar, cantar y vivir de verdad.
DEMOS GRACIAS A DIOS PORQUE ES BUENO PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA. DIGA LA CASA DE ISRAEL, DIGA LA IGLESIA, NUEVA CASA DE ISRAEL, DIGAMOS CADA UNO DE NOSOTROS: EL SEÑOR ES BUENO, SU MISERICORDIA ES ETERNA, SU AMOR FIEL POR TODAS LAS EDADES. NO HE DE MORIR, VIVIRÉ PARA CONTAR Y CANTAR LAS HAZAÑAS DEL SEÑOR. CANTEMOS CON TODAS LA FUERZA DE NUESTRAS GARGANTAS, DE NUESTRA FE Y NUESTRO CORAZÓN EL ALELUYA, ALABEMOS AL SEÑOR HOY Y SIEMPRE.
¡FELIZ PASCUA, HERMANOS!