+ Mons. Manuel Herrero Fernández, OSA. Obispo de Palencia
La Iglesia diocesana de Palencia es una pequeña comunidad, una porción del Pueblo de Dios, que se le confía a un obispo para que la apaciente con la colaboración de su presbiterio y la congregue y reúna en el Espíritu Santo por medio del Evangelio y la Eucaristía. Es la Iglesia católica aquí, en estas tierras nuestras, las de la Montaña, las de los Valles, de Campos, del Cerrato, bañadas por nuestros grandes ríos, el Pisuerga y el Carrión y otros muchos ríos menores, arroyos etc.
La Iglesia, nos dice el Concilio Vaticano II es un gran misterio que tiene su fuente en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que quiere estar cerca de su pueblo, de los hombres, porque nos ama y se ha empeñado en nuestra salvación y bien. Para que comprendamos lo que es la Iglesia lo mejor es vivirla, pertenecer activamente a la misma. El Concilio, recogiendo imágenes de la Sagrada Escritura nos la presenta como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, redil cuya puerta única es Cristo, campo y labranza de Dios, edificio o construcción de Dios, ciudad de Dios, templo de Dios, y familia de Dios (GS. 6). La Iglesia es una comunión, comunión de Dios con los hombres y de los hombres entre sí, que tiene una misión, la de ser testigo del Reino de Dios, de su amor y su misericordia.
El papa Francisco insiste mucho en la imagen de la Iglesia como familia, familia que tiene un Padre con entrañas maternales, Dios Padre, un hermano mayor, su Hijo y hermano nuestro Jesucristo y un Espíritu, el Santo, que es el aliento de Dios, su amor que ha desbordado a nosotros y toda la creación.
En ella todos los bautizados somos hermanos. Diversos, distintos, pero complementarios. En ella unos somos obispos, otros presbíteros o sacerdotes, otros diáconos, otros monjes o monjas, otros religiosos en una diversidad de carismas, otros laicos y estos los hay casados, o solteros; y dentro de la misma unos son catequistas, otros cantan, otros se preocupan en Cáritas de los más desfavorecidos o descartados, otros se dedican a la educación de niños y jóvenes, etc.
La Iglesia es una familia que camina unida, que vive unida, no anda cada uno a su bola, ni aislado como Robinsón Crusoe, participando la Palabra de Dios, la Eucaristía, la vida, los bienes, la casa, la fiesta, el duelo, la alegría, la esperanza; una familia que vive unida y junta, que dialoga, analiza, discierne, decide junta, que ejecuta y lleva los planes y proyectos juntos, que comparte la misión. Es verdad que muchas veces no vivimos el Evangelio, por eso pedimos perdón y ofrecemos perdón.
Nuestra Iglesia en Palencia quiere ser, es, una familia, abierta a la sociedad, especialmente a los que más sufren, a los ancianos, enfermos, a los parados, a los transeúntes, a los necesitados tanto material como espiritualmente; abierta a todos de corazón, no por estrategia, para llevar la buena noticia de Dios, que es y nos trae Jesús, que nos dice: Dios es amor, nos ama a todos y cada uno incondicionalmente mucho más que nos pueden amar incondicionalmente nuestros padres y madres.
Hoy la Iglesia Diocesana de Palencia expresa que es familia informando de nuestra vida, de nuestra economía a la vez que pide a sus miembros una colaboración generosa para seguir haciendo presente a Cristo como comunidad que comparte solidariamente los bienes.