Hoy el guion nos pide comenzar deseándoos un feliz año nuevo. Deseo que además hacemos oración y petición a Dios porque sin su ayuda y sólo con nuestras fuerzas puede que no pase de ser una simple y buena intención. Con la ayuda de Dios, no solo será un bonito deseo sino una realidad. Pero la frase además de cortesía tiene un trasfondo más valioso. No queremos expresar que sean felices los días de este año 2023, sino que los que seamos felices seamos nosotros, cada uno de los 365 días del año. El tiempo, los días, las horas serán felices si nosotros somos felices y dichosos. Y aquí ya la frase no solo es un deseo sino un compromiso. Nos comprometemos a hacer felices a los demás a lo largo de este año.
Que Dios nos bendiga
Si queremos ser felices y hacer felices a los demás necesitamos contar con la ayuda de Dios. Necesitamos que Dios nos bendiga. Así lo hemos leído en la primera lectura del libro de los Números: “El señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor, te muestre su rostro y te conceda la paz.” Con esta bendición nos disponemos a recorrer el año que comenzamos que es tanto con aceptar que Dios derrame en nosotros sus favores, sus gracias y su aliento. Que Dios diga siempre bien de nosotros, que eso significa bendecir, porque hemos hecho las cosas con acierto, porque hemos empleado el tiempo sabiamente, porque hemos compartido nuestros días llenándolos de amor y servicio a los demás. Que Dios siga hablando bien de nosotros porque nos vea a su lado, porque cumplimos sus preceptos porque le aceptamos como Padre. Dejemos que Dios derrame su bendición porque el auténtico sentido profundo de la bendición no se queda en una simple declaración de buenas intenciones, sino que es eficaz y produce una novedad, un acontecimiento feliz y dichoso.
Paz
Todo deseo de felicidad para el año nuevo se desvanece si nos falta la paz. La paz es el don por excelencia que Dios da a sus hijos. En la paz experimentamos la protección, la salud, el bienestar, la seguridad, la fecundidad, el crecimiento, el amor y la felicidad. El compromiso mayor que debemos afrontar al iniciar el año consiste en construir la paz. Tantas y tantas veces amenazada en tantos y tantos lugares de nuestra tierra, debemos renovar nuestro compromiso por vivir la paz y en paz. Una paz universal que no depende de nosotros pero que nos ayuda a valorar la paz personal, familiar y comunitaria de cada uno de nosotros. Construimos la paz desde nuestra forma de vivir, en diálogo, con respeto, sin violencia ni agresividades, con acogida y amor. Paz que no cae del cielo, sino que debemos procurarla y tenemos que esforzarnos por alcanzarla en cada una de las situaciones de la vida.
Cómo vivir este año
“Los pastores fueron corriendo a Belén”, esta frase del evangelio de hoy nos ofrece una forma novedosa de vivir este año. En la frase se nos habla de correr o recorrer el camino que va a Belén. ¡Qué bonita metáfora para nuestra vida! Hacer de este año un camino que nos lleve hasta el Niño Dios. Querer que todos y cada uno de los días de este año nos acerquen hasta Cristo, el Señor. Anótalo en tu agenda. Ponte en camino e intenta que cada día sea un paso para acercarse a Dios.
Santa María, Madre de Dios
Litúrgicamente hoy conmemoramos a Santa María como Madre de Dios. En el frontispicio del nuevo año queremos que esté nuestra madre y madre de Dios para que recorramos este camino de su mano. Al comenzar este año acudimos a pedir la protección de santa María. El proyecto salvador de Dios no se entiende sin la participación de María. María debe seguir ocupando un papel primordial en nuestra vida cristiana. Quien llevó en su seno al Mesías, quien lo cuidó y lo amó, quien lo siguió como discípula fiel y primera creyente nos conduce a lo largo del nuevo año, porque conoce el camino. Vayamos de su mano para que no erremos nuestros pasos. Si así lo hacemos nuestro deseo de Feliz Año Nuevo 2023 será una realidad gozosa y salvífica.
Comentario al Evangelio del 1 de enero de 2023, por José María de Valles, delegado diocesano de Liturgia. Emitido en “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Palencia