Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable

Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable

El próximo sábado, 7 de octubre, se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Con este motivo, las entidades que en nuestra diócesis conforman la iniciativa “IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE” han organizado dos actos para el viernes, 6 de octubre:

 

• Una Vigilia de oración. A las 19:00h. en la Iglesia de San Agustín. Calle Mayor Principal 7.

• Un Acto de Calle. “Marcha por la salud laboral” por la Calle Mayor hasta el Monumento a la Mujer Palentina.

 

 

7 DE OCTUBRE, DÍA INTERNACIONAL POR EL TRABAJO DECENTE

Un Trabajo Decente tiene que ser un Trabajo Saludable

 

Las organizaciones de la Iglesia Católica que formamos la iniciativa “Iglesia por el Trabajo Decente” (ITD), en este 7 de octubre, Día Internacional por el Trabajo Decente, queremos hacer hincapié en la importancia que tiene la seguridad en los lugares de trabajo.

Nuestro lema este año es “Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable”.

Con ello queremos poner de manifiesto que la siniestralidad en el trabajo está aumentando, en lugar de disminuir.

Queremos denunciar esta grave e injusta situación de precariedad que padecen muchos trabajadores y trabajadoras de nuestro país.

Queremos contribuir al incremento de la conciencia colectiva de que la falta de salud laboral es un problema social de primer orden, que requiere de soluciones colectivas.

Como señala el papa Francisco, “El trabajo es el gran tema” para el reconocimiento de la dignidad de las personas. Sin embargo, para muchas personas, o no hay trabajo, o es un trabajo precario y expuesto a riesgos para la salud e incluso para la vida.

• En los trabajos feminizados (limpieza, cuidados, enfermería…) son especialmente preocupantes los muchos casos de excesivas cargas esqueleto-musculares, así como los problemas de salud mental que originan los trabajos planteados exclusivamente desde el punto de vista económico, y no desde la perspectiva humana.

• Millones de personas siguen hoy en día excluidos del acceso al trabajo. Las condiciones precarias de trabajo siguen instaladas entre la clase trabajadora, perpetuando su vulnerabilidad. La preocupación por la salud mental está siendo una de las causas prioritarias de abandono de un puesto de trabajo, seguida de la búsqueda de mejores condiciones de trabajo, y de mayores posibilidades de conciliación.

Por todo esto, los movimientos eclesiales impulsores de I.T.D. seguimos demandando un trabajo en el que no sufra nuestra salud, y exigimos, junto a otros colectivos de trabajadores, la implantación y el cumplimiento de los medios de prevención de riesgos laborales que defiendan la vida de los trabajadores. Así mismo, recordamos un año más las reivindicaciones de la humanización del trabajo, y pedimos a las Instituciones y Administraciones un compromiso de promoción del trabajo decente que evite la exclusión laboral, la precariedad laboral y la siniestralidad laboral.

“¡NO MÁS MUERTES EN EL TRABAJO! Y ESFORCÉMONOS POR LOGRARLO”. (Papa Francisco).

I.T.D. Palencia. 7 de octubre de 2023

 

 

 

GUIÓN LITÚRGICO - 7/8 de octubre de 2023

Domingo XXVII del Tiempo Ordinario

 

Monición de Entrada

Un domingo más, Dios nos invita a la acción de gracias por el regalo de su Hijo Jesucristo.

En este domingo celebramos la Jornada mundial por el Trabajo Decente con lema: “Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable”. La seguridad y la salud en el trabajo son esenciales para el bienestar y la dignidad de las personas. Cuando estamos expuestos a riesgos en el lugar de trabajo, nuestra salud y nuestra vida están en peligro.

La vida es el mayor bien que atesoramos y que hemos de honrar viviéndola con dignidad, de acuerdo con nuestra vocación de hijas e hijos de Dios. Cuidar esta dignidad implica cuidar nuestra salud en el más amplio de los sentidos, también en el ámbito laboral, preocupándonos por la de quienes trabajan.

Las cifras de accidentes y muertes laborales nos impresionan y alertan. Con el papa Francisco, pidamos al Señor que no haya más muertes en el trabajo y nos esforcemos todos en lograrlo.

 

Símbolo

Al comenzar la Eucaristía, encendemos el cirio pascual por aquellos que han perdido la vida o la salud en el trabajo, que la luz de Cristo brille sobre ellos y sus familiares.

 

Acto penitencial

 Pidamos perdón al Señor

• Míranos desde el cielo, ven a visitar tu viña. Señor ten piedad. R/

• Que brille tu rostro y nos salve: Cristo ten piedad. R/

• Danos vida. Ésta es sagrada y se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad: Señor ten piedad R/

 

Liturgia de la Palabra

Primera lectura: Lectura del libro de Isaías 5, 1-7

Salmo: Sal 79, 9 y 12. 13-14. 15-16. 19-20. La viña del Señor es la casa de Israel

Segunda lectura: Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 6-9

Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 33-43

 

Oración de los fieles

Oremos al Señor, nuestro Dios, el dueño de la viña.

• Por la Iglesia, para que siempre sea fiel a su misión de anunciar el reino de Dios a todos. Roguemos al Señor.

• Por la paz en el mundo, para que cesen todo tipo de injusticias, opresiones y violencias. Roguemos al Señor.

• Por el derecho a un trabajo decente y saludable, para que nos comprometamos todos en lograr una mayor seguridad y salud laboral. Roguemos al Señor.

• Por unas condiciones de trabajo justas y adecuadas, salarios dignos, igualdad de oportunidades, así como una mayor protección social. Roguemos al Señor.

• Por las víctimas del mundo laboral y sus familiares, para que sepamos acompañarlas desde la cercanía y la escucha, que nuestra presencia las reconforte y sientan que no están solas. Roguemos al Señor.

• Por los que han muerto en el campo de honor del trabajo y de la lucha, que descansen en paz. Roguemos al Señor.

 

Postcomunión

Si se estima oportuno, puede leerse el manifiesto de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente y a continuación terminar la celebración rezando la oración a Jesús Obrero.

 

Oración a Jesús obrero

Señor Jesús, te ofrecemos todo el día: nuestro trabajo, nuestras luchas, nuestras alegrías y nuestras penas. Concédenos, como a nuestros hermanos de trabajo, pensar como Tú, trabajar contigo y vivir en Ti.

Danos la gracia de amarte con todo nuestro corazón y de servirte con todas nuestras fuerzas.

Que tu Reino sea un hecho en las fábricas, en los talleres, en las minas, en los campos, en la mar, en las escuelas, en los despachos y en nuestras casas.

Que los militantes que sufren desaliento permanezcan en tu Amor. Y que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha, descansen en paz.

María, Madre de los pobres. Ruega por nosotros.

 

Bendición final