8 de Marzo - Por ti, por mi trabajo decente

8 de Marzo - Por ti, por mi trabajo decente

El día 8 de Marzo celebramos cada año el Día Internacional de la Mujer. Las organizaciones que formamos parte de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) seguimos denunciando la situación de desigualdad que continúan sufriendo las mujeres y hoy, más que nunca, reclamamos un trabajo que suponga que mujeres y hombres trabajemos en igualdad, dignidad, libertad y seguridad.  Las mujeres están más golpeadas por el desempleo, la brecha salarial, la temporalidad, la parcialidad, y su participación en la toma de decisiones sigue siendo inferior a la de los varones. Por eso decimos: “Por ti, por mi trabajo decente”.

Como Iglesia celebramos los avances que se están produciendo en favor de la mujer. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. En este día queremos hacer una llamada a esforzarnos por lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres, focalizándolo en varios aspectos:

Los cuidados como pilar invisible. El 8 de marzo es un recordatorio de la lucha incansable de las mujeres por la igualdad, la justicia y el reconocimiento en todos los ámbitos. Un aspecto fundamental es el papel en los cuidados que tradicionalmente les ha sido asignado a las mujeres y que sigue sin valorarse ni reconocerse. Es imperativo que reflexionemos sobre la necesidad de reconocer y redistribuir equitativamente la carga de los cuidados. Reclamamos políticas que respalden la conciliación laboral y medidas que fomenten la igualdad en el hogar y en el trabajo. 

Bien común. Cuando las mujeres tienen igualdad de acceso y oportunidades en el ámbito laboral, no solo las beneficia a ellas individualmente, sino que también contribuye al bienestar general de la sociedad. Los estudios demuestran que la diversidad en el lugar de trabajo no solo es ética, sino también económicamente rentable. Por lo tanto, exigimos invertir en la igualdad como acto de justicia social y estrategia inteligente para promover el bien común. La brecha salarial sigue siendo un claro exponente de desigualdad, situándose en el 18,7%.

La importancia de la Educación. En la educación también existe la brecha de género. Las mujeres suelen estar vinculadas a estudios académicos o formación relacionada con los cuidados, como son la enfermería, el apoyo doméstico, la limpieza, la educación… Además, las mujeres que se encuentran en ámbitos lógicomatemáticos como son ingenierías, etc., en muchas ocasiones tienen que demostrar que son personas válidas y que merecen estar ahí. Por esto, reclamamos que se fomenten las capacidades de cada persona, el acceso igualitario a una educación de calidad, desde la educación primaria hasta la formación profesional y universitaria, sin importar el género, como paso crítico para romper los ciclos de pobreza y desigualdad.

El papel de la mujer en la Iglesia. ITD se suma a la reivindicación de un grupo cada vez más numeroso de mujeres cristianas, que desde el movimiento “Revuelta de Mujeres en la Iglesia” vienen exigiendo cambios profundos: “Nosotras no es que seamos mujeres que se han ido de la Iglesia, no. Somos mujeres con un compromiso activo dentro de ella, pero reivindicamos tener voz y voto en las estructuras de la Iglesia e incrementar la participación en la toma de decisiones”.

Para lograr avances significativos, es esencial que los gobiernos, las empresas y la sociedad colaboren en la implementación de políticas y prácticas que promuevan la igualdad. Solo entonces podremos alcanzar un futuro donde cada mujer, sin importar su origen o circunstancias, tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente y contribuir al bien común.

Palencia, 8 de Marzo de 2024

 

GUIÓN LITÚRGICO

 

MONICIÓN DE ENTRADA

 

Celebramos el 4º Domingo de Cuaresma. El lema de este domingo para nuestra Diócesis es: “Brazos para acoger los brazos del Crucificado, de los crucificados”

Jesús nos da la mayor lección de amor. En los brazos de Jesús extendidos entre el cielo y la tierra está la expresión más radical del amor de Dios al mundo. Toda la luz que necesita nuestro mundo se origina en el Crucificado- Resucitado.

Dejémonos guiar por esa luz. Desde la contemplación de la Cruz abramos nuestros brazos para ponerlos al servicio de los crucificados que caminan abatidos por las calles y por las encrucijadas de este mundo.

La mujer, por el mero hecho de serlo, sufre en sus carnes las consecuencias de un mundo lleno de injusticias, que explota, oprime, que crucifica. El pasado viernes día 8 conmemoramos el Día de la Mujer. Este día nos recuerda la situación de muchas mujeres que sufren y lloran estas injusticias. 

En esta Eucaristía nos unimos a todas las mujeres del mundo para dar gracias a Dios por todas aquellas personas que, como Jesús, extienden sus brazos para acoger los brazos del Crucificado, de las crucificadas de la tierra.

 

PETICIONES DE PERDÓN

 

El tiempo de cuaresma nos ofrece este camino de conversión, camino hacia la Pascua, el paso de Dios que nos guía hacia la libertad.

Señor, Tu nos creaste hombres y mujeres a tu imagen y semejanza. Por no poner fin a las desigualdades de las mujeres.  Señor ten piedad

Señor, Tú nos pides que colaboremos contigo en la obra de la creación. Por no reconocer con justicia el papel de la mujer en nuestra sociedad. Cristo ten piedad.

Señor, Tú nos amas y quieres la dignidad de todos. Por la precariedad vital y laboral en la que se encuentran muchas mujeres.  Señor ten piedad.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

 

Llenos de confianza, oremos a Dios, nuestro Padre, para que todas sus hijas e hijos puedan vivir dignamente con el fruto de su trabajo, sin ser explotadas, oprimidas y crucificadas.

Por la Iglesia, para que reconozca y fomente el imprescindible papel de las mujeres en las comunidades cristianas y en la misión de evangelizar en los diversos ambientes. Roguemos al Señor.

En el X aniversario de Iglesia por el Trabajo Decente, pidamos para que el trabajo sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer en cualquier lugar del mundo. Roguemos al Señor.

Oremos por nuestras comunidades cristianas para que sean casa de acogida para todas las personas que sufren y, de manera especial las mujeres que sufren exclusión, humillación y explotación. Roguemos al Señor.

Oremos por los gobiernos de las naciones, para que elaboren leyes justas que impidan la discriminación de la mujer y favorezcan su promoción y participación plena en la vida social. Roguemos al Señor.

Por la paz en nuestro mundo. Que ésta sea una realidad allí donde se ve más amenazada. Roguemos al Señor.

Por nosotros, que sepamos llevar a la vida el doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo. Roguemos al Señor.

Tú Señor estás cerca de nosotros; escucha nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

 

ACCIÓN DE GRACIAS

 

Bienaventurada la mujer que decide qué hacer y cómo hacerlo, porque se sentirá representante y no representada.

Bienaventurada la mujer que no solo lucha por un día, porque se dará cuenta de que todos los días del año son una llamada a trabajar por sus derechos y obligaciones.

Bienaventurada la mujer que emprende cualquier acción a favor de su dignidad, porque su voz se tendrá en cuenta.

Bienaventurada la mujer que se da cuenta del camino recorrido, porque superará todos los obstáculos en su lucha por la igualdad de oportunidades.

Bienaventurada la mujer que lucha en contra de la violencia doméstica y denuncia sin miedo los maltratos que la humillan, porque recuperará su dignidad y se sentirá feliz.