“El gran tema es el trabajo. A los 30 años de la aprobación del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia”, fue el lema de lema de las XXX Jornadas Generales de Pastoral del Trabajo, organizadas por el departamento de Pastoral del trabajo de la Conferencia Episcopal Española, que se celebraron el 23 y 24 de en Ávila.
Estas Jornadas, han estado marcadas por su carácter celebrativo, de acción de gracias por el camino recorrido y por referentes como D. Antonio Algora Hernando, Obispo Responsable del Departamento de Pastoral Obrera (1990-2020). El encuentro ha sido un espacio de diálogo y reflexión compartida, a la escucha de “los signos de los tiempos”, ante un cambio de época con la mirada puesta en las víctimas de este sistema economicista y tecnocrático. Nos encontramos ante un retroceso en el reconocimiento de los derechos laborales logrados históricamente, negando la dignidad del trabajo.
Hoy el trabajo sigue siendo una necesidad, parte del sentido de la vida, clave de la cuestión antropológica y social. Como Pastoral del Trabajo reafirmamos la necesidad de esa mirada encarnada, samaritana, comprometida con el mundo obrero y del trabajo, contribuyendo a que el trabajo sea una manera de cuidarnos construyendo Fraternidad.
¿Qué nuevos caminos son necesarios emprender hoy? Se trata de favorecer sinergias, desde lo local a lo global, a nivel social y pastoral. Experiencias, en este sentido, como ITD, la visibilización de la siniestralidad laboral y el acompañamiento a las víctimas, las relaciones con las organizaciones obreras, la confluencia de una pastoral de conjunto son elementos que ayudan a establecer puentes y favorecen una dinámica sinodal que prioriza la justicia social y genera propuestas humanizadoras. Dinámicas y procesos en las que hay que seguir avanzando.
Destacamos como conclusiones de estas Jornadas:
• La celebración de estos 30 Años nos ha permitido constatar el amplio trabajo realizado desde los movimientos apostólicos y las parroquias en la vida de las diferentes diócesis.
• Desde los diálogos y la reflexión mantenida en el encuentro, por parte de las participantes vinculadas a la Curia Vaticana, hemos visto reconocida esta experiencia de ser Iglesia hoy en salida hacia las periferias del mundo del trabajo.
• Mirada preocupada sobre la vulneración sistémica de la persona, el no reconocimiento de los derechos y realidades como el desempleo, la siniestralidad laboral, la precariedad, las dificultades que viven las personas migrantes, la denostación de los trabajos de cuidados…
• El reto permanente de la defensa de la centralidad de la persona humana. Una tarea en la que nos vemos tendiendo puentes con otras organizaciones sociales, obreras y eclesiales.
• Nuevo impulso para un ejercicio renovador del mensaje de la Iglesia con respecto al trabajo. En ese sentido, la transversalidad del trabajo es un elemento que une a diversas pastorales y nos sentimos especialmente llamados a colaborar en esta misión.
La próxima celebración del Jubileo “Peregrinos de la Esperanza”, refuerza como Iglesia el compromiso de ser signos tangibles de esperanza para los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo y por el respeto de la creación. Recorramos senderos de justicia, en los que sembrar el Evangelio en la vida, mostrando el rostro sufriente de Cristo desde la cercanía encarnada que nos sigue preguntando: «¿Dónde está tu hermano?». ¡No nos dejemos robar la Esperanza!
Secretariado para la Pastoral Obrera y del Trabajo