Celebrando la Palabra - XXIII del Tiempo Ordinario (6 de septiembre)

Celebrando la Palabra - XXIII del Tiempo Ordinario (6 de septiembre)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A - 6 de septiembre de 2020.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar un cartel con una de estas frases: “El que ama no hace daño” o, “Si corriges, que sea con amor”

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. Para la mayoría de nosotros ya han pasado las vacaciones y está aquí el nuevo curso. Como comunidad cristina recordamos que somos Pueblo de Dios... y en este Pueblo, al que pertenecemos por el bautismo, cada uno tiene nombre propio, responsabilidades y derechos. Desde esa realidad construimos la fraternidad con la participación y la colaboración de todos. Celebremos con gozo que Dios es el centro de nuestra Comunidad. Él nos quiere unidos.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor, porque Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo.

Acto penitencial. Hemos pecado. Muchas veces hemos endurecido el corazón...Pidamos perdón personal y comunitariamente (breve silencio) Yo confieso ante Dios...

Gloria

Oración. Dios, Padre nuestro, sabes que te admiramos porque eres cariñoso con todos. Tu misericordia supera nuestra debilidad. Te damos gracias por pertenecer a esta Comunidad cristiana. Ayúdanos a vivir en amor y corrección fraterna, para avanzar en madurez y santidad al servicio de este pueblo. Te lo pedimos por J.N. S. Amén.

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Dios, que mira al fondo del corazón humano, conoce muy bien la bondad que existe en nuestro interior. Por eso confía en nuestra capacidad de conversión y en los gestos de humanidad que todos podemos poner en práctica.

Las lecturas de hoy nos vuelven a recordar que amando se llega muy lejos. El amor es tan abarcante que, si se ejercita, sobran todas las leyes. Cuando uno ama, no hace daño a los demás. Más, aún, por amor nos debemos corregir unos a otros. Éste es un modo importante y necesario de ayudarnos.

Lecturas. Ez 33,7-9. Salmo o canto. Rm 13,8-10. Aclamación. Mt 18, 15-20. Breve silencio

Comentario homilético. San Pablo nos ha dejado una fuerte motivación para amar al prójimo. Ha comentado la vieja frase de amar al prójimo como a uno mismo. Pero Jesús va aún más lejos. Quien ama de verdad es supremamente libre, le sobran todas las leyes, no hace nunca daño a nadie, a su lado da gusto vivir... Todo lo bueno del ser humano se condensa en el amor. Esta aspiración tan arraigada en el fondo de cada uno es la única que logra estabilidad y sosiego personal. Por eso, en cristiano, es un mandamiento viejo y continuamente nuevo, actual, resume toda la ley antigua y es el testamento de la nueva revelación evangélica. Las primeras generaciones de cristianos entendieron que con Jesús había llegado la hora de amar y que este modo de vivir bastaba para que la fraternidad no se destruyera.

Pero la historia nos muestra a diario otra cara de la realidad. Por eso necesitamos recordar que amar de verdad nos es fácil para nadie, sea cual fuere el grado de madurez alcanzado. hay que entrenarse mucho para conseguirlo y también, saber que es un arte. Nuestro Dios, el Padre de Jesús, es un artista del amor. Por eso Jesús nos ha demostrado estar bien entrenado.

Las ciencias humanas han venido a corroborar lo que hace ya más de dos mil años dijo Jesús: No pude haber equilibrio ni estabilidad personal, ni paz en ninguno de los ámbitos- familiar, vecinal, social-, si no amamos a los demás. Esto lo tenemos que tener muy en cuenta, metidos como estamos en esta sociedad competitiva y fraccionada.

Todo lo que somos y hacemos tiene repercusión social para bien o para mal. Cuando la fraternidad se debilita o quiebra, hay que buscar cuanto antes la solución mediante la reconciliación o el apartamiento si el pecador rechaza la corrección de toda la Comunidad. Pero antes hay que agotar todas las posibilidades con delicadeza y amor. El que ama no hace daño, también cuando corrige fraternalmente. Jesús propone un proceso: a solas; en segundo lugar, en presencia de otro u otros dos; finalmente con toda la comunidad como testigo.

No practicar la corrección y dejar al hermano en el error, es un falso respeto y una falta de verdadero amor, que siempre busca el bien y la dignidad del otro. Seguramente podemos atestiguar por experiencia que los mayores gozos que hemos experimentado han sido los de la reconciliación en un clima de amor de preocupación fraterna.

(silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Para que en nuestro mundo se superen las rivalidades y los gobernantes sirvan de verdad a los pueblos, roguemos al Señor.

Para que la Comunidad internacional encuentre cauces de diálogo y corrección frente a la prepotencia de los pueblos poderosos sobre los pequeños y pobres, roguemos al Señor

Para que en la Iglesia seamos receptivos y agradecidos por la corrección fraterna, roguemos al Señor.

Para que en nuestro pueblo se dé una práctica creciente de valores tan humanos como el amor y la mutua corrección, roguemos al Señor.

Por todos los necesitados y enfermos de esta comunidad cristiana, para que no les falte la ayuda y el consuelo de sus vecinos y conocidos, roguemos al Señor.

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. El verdadero amor sale de un corazón sensible, de una conciencia limpia y de una fe cultivada. Que la comunión con Jesús refuerce nuestra condición cristiana.

Canto

Introducción al Padre nuestro.

Padre, que hermoso es vivir en fraternidad
y bendecirte en común unión de hermanos.
No hay espectáculo más testimonial que un pueblo unido
donde los vecinos están atentos unos de otros.

Ese, Padre, es nuestro ideal y nuestro sueño.
El amor, que mana de Ti limpio y contagioso,
nos empuja a extenderlo convertido en amistad,
en respeto, en jugosa convivencia.

Padre, te asiste toda la razón:
el que ama cumple todos los mandamientos,
es libre y no puede hacer daño a nadie.
Pero eso es el ideal.

A veces nuestra vida es tan mediocre
que nos viene muy bien la corrección de los demás.
Por eso recomiendas que estemos atentos unos de otros;
y recuerdas que la santidad es personal y comunitaria.

Padre, abrimos el alma al Espíritu
para que nos limpie y nos corte a la medida.
Revestidos con el traje de conversión
nos acercamos a los hermanos.

Qué hermosa la Comunidad que vive la reconciliación.
Con todos los redimidos te decimos: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Acción de gracias. (Espontánea), Se invita a la comunidad que exprese su agradecimiento...

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Corregir con amor según el Evangelio.

Bendición

Monición final. Todos los recursos que utilicemos en favor de la fraternidad son importantes. la corrección fraterna es uno de ellos. Es muy saludable si la practicamos con amor y tacto. Llevemos a la vida los sentimientos y los proyectos que nos han motivado en este encuentro. Que el Señor nos acompañe y nos ayude a hacerlos realidad.

Canto final y despedida.