Material para el Animador de la Palabra.
Celebración del XVII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 25 de julio de 2021.
1. AMBIENTACIÓN
Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “Dad y se os dará” o, “Compartid y habrá para todos”.
2. RITOS INICIALES
Monición de entrada. Somos, los seres humanos, indigentes por naturaleza. Necesitamos cubrir unas necesidades básicas, y no me refiero únicamente a las necesidades físicas... pues tan básicas como el alimento o el techo, son las necesidades psicológicas, afectivas, relacionales, espirituales... La calidad humana se mide en términos de generosidad, de atención a los otros, de servicio solidario.
El mensaje de la Palabra nos plantea de nuevo el valor del compartir ante la necesidad de los semejantes. El alimento y cualquier otra necesidad, se resuelven cuando hay sentimientos de verdadera fraternidad y el valor de lo comunitario está por encima del individual.
Canto
Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor, que nos convoca a vivir una misma vocación, unidos por el mismo Espíritu.
Acto penitencial
Por las veces que hemos sido egoístas y no hemos compartido, Señor ten piedad.
Porque no te seguimos con fidelidad ni con valentía, Cristo ten piedad.
Porque nos llamas a vivir en paz y en comunión, Señor ten piedad
Gloria
Oración. Señor, Padre bondadoso, protector del género humano y sin el que nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia, para que, confiando siempre en ti, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos ya a los eternos. Por N.S. J.
3. LITURGIA DE LA PALABRA
Monición las lecturas. El mensaje principal de este domingo es el expresado por medio de la multiplicación de los panes realizada por el Profeta Eliseo y llevada a su plenitud con Jesús. La base fundamental de este signo es la aportación voluntaria y generosa. Cuando se comparte, aunque haya poco, llega para todos, nadie pasa necesidad y hasta sobra. Los cristianos tenemos muchos motivos para ser solidarios.
Lecturas. 2R 4,42-44 Salmo o canto. Ef 4, 1-6. Aclamación. Jn 6,1-15 (Breve silencio)
Comentario homilético. Es muy valiosa la exhortación de la carta dirigida a los fieles de Éfeso, sobre todo porque se hace desde una experiencia testimonial, acumulada y avalada por el compromiso. San Pablo que en esos momentos se encuentra prisionero, aconseja responder con fidelidad a la vocación recibida gratuitamente, para vivirla con elegancia en todas sus vertientes: “sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz”. La razón principal es que todos tenemos un mismo Señor, profesamos una misma fe, y nos hemos comprometido con un mismo bautismo, y Dios es el Padre común que atrae la bendición de todos.
El otro mensaje relevante de este domingo viene representado por el signo de la multiplicación de los panes, un signo que recogen los otros dos textos bíblicos (primera lectura y evangelio). El profeta Eliseo interpreta con buena lógica que todo lo que se ofrece a Dios ha de redundar en beneficio de las personas sobre todo si están en necesidad. Por eso favorece con su desprendimiento y generosidad que Dios realice el milagro de que la gente pueda comer.
La multiplicación de los panes y los peces que narra el Evangelio nos puede parecer prodigiosa y espectacular. Pero nada más lejos de la intención de Jesús. Él nunca montó ningún espectáculo. Como dice San Juan, solo quiso realizar signos con mensaje de fe y redención.
El largo capítulo, que hoy comenzamos a comentar, tiene mucho simbolismo y amplio debate. Jesús tiene mucho que anunciar... Pero veremos que no es comprendido; ni siquiera los más íntimos lo comprenden. Y es que los signos de Jesús sólo se captan desde la espiritualidad y situados en la fe.
En el pasaje Evangélico que acabamos de escuchar, se resalta de modo especial la apuesta que Jesús hace por la solidaridad. Ante las necesidades colectivas y sociales, la solución no es la individual: que cada uno remedie su problema, sino la comunitaria: que se ponga en común lo que cada uno tiene... porque, incluso en la escasez general es posible la solución si se comparte y si se confía que Dios pude obrar el milagro. Esta es la mentalidad, la espiritualidad y la metodología que Jesús nos propone. Cuando se comparte, hay para todos y hasta sobra, pero no se tira. Jamás hay que tirar nada de lo que sobra si pude servir o es reciclable.
El compartir nos ha de caracterizar especialmente a los cristianos. Jesús lo recomienda, porque los valores no se imponen. Se sugieren con suficiente evidencia para que el que quiera entender, entienda.
Y, vamos a hacer una puntualización impórtate: Jesús no realizó ningún signo por interés personal, ni llevado por la fama que le estaban dando, ni para conseguir votos... Más aún, se ve obligado a salir huyendo del gentío porque no quiere ningún reconocimiento político o social. Su único objetivo es el Reino de Dios y no otro triunfalismo. Por eso se retira a la montaña a orar intensamente para vencer la tentación que inconscientemente le tiende el pueblo. Una vez más no le han interpretado bien. Él sólo realizó un signo mesiánico y aquella gente lo quería alzar como jefe. En el retiro de la montaña seguramente oro de esta manera: “Padre, lo hemos hecho bien, pero esta gente no ha entendido lo que hemos querido enseñar. Decían que era profeta, pero me querían proponer como líder político. Padre ábreles el entendimiento y el espíritu”. (Silencio de interiorización)
Credo. Hermanas y hermanos, la Palabra bíblica nos ha recomendado que andemos según la vocación a la que hemos sido convocados: unidos en un mismo Señor, una fe, un bautismo, un Dios que es Padre, que lo penetra todo y lo transciende todo. Recordando que el reto pascual es permanente, renovemos las promesas bautismales.
- ¿Renunciáis a todo aquello que va contra los valores cristianos, como el egoísmo, el rencor, la desesperanza, la incomprensión, la envidia, el mal genio, la intolerancia, la pereza...; en definitiva, renuncias al hombre viejo para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
- Sí, renuncio.
- ¿Creéis en Dios, Padre, creador del cielo y de la tierra?
- Sí, creo.
- ¿Creéis en Jesucristo, que murió, resucitó y está sentado a la derecha del Padre?
- Sí, creo.
- ¿Creéis en el Espíritu Santo, que nos ayuda en nuestro caminar cristiano?
- SÍ, creo.
Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo, nos guarde en su gracia para la vida eterna. Amén.
Oración de los fieles
Para que la Iglesia sea un solo cuerpo y un solo Espíritu, y los cristianos seamos signos de unidad y de esperanza, roguemos al Señor.
Para que en todas las comunidades cristianas se cultive con esmero la vocación teologal a la que hemos sido convocados, roguemos al Señor
Para que haya generosidad entre todos los pueblos, roguemos al Señor
Para que esta Comunidad avance en unidad, fraternidad y solidaridad con todos, roguemos al Señor.
Por lo enfermos, los parados, por las familias desunidas, y por todos los que sufren por cualquier causa, roguemos al Señor
Oremos unos por otros, para que vivamos en fraternidad, sencillez y alegría. roguemos al Señor
4. RITO DE LA COMUNIÓN
Monición. Dice el Evangelio: “Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado”. Que el “pan de la vida”, Jesús, nos afiance en el compartir solidario.
Canto
Introducción al Padre nuestro.
Bendito seas, Dios bueno,
porque eres sencillo, alegre y generoso.
Se puede estar contigo sin ningún protocolo
porque nos quieres como una madre
y te acercas lleno de confianza y respeto.
Tú eres nuestro único Dios.
Sólo Tú eres digno de un gran monumento
por la vocación a la que nos has convocado,
por el don tan enriquecedor de Jesús
y por el Espíritu que lo penetra todo como el viento.
Te damos gracias , Dios nuestro
porque siempre respondes a nuestras llamadas
y sacias enteramente nuestras necesidades.
La vida entera de Jesús es un gran signo
de cómo eres y de cuanto nos quieres.
Todo Él nos alimenta, nos fascina
y nos contagia sentimientos de fraternidad.
Bendito seas Dios bueno,
por tanta abundancia de amor.
Envueltos en tu entrañable compañía,
nos unimos a todas nuestras hermanas y hermanos
y te rezamos juntos la oración que tu Hijo nos enseñó: Padre nuestro...
Gesto de la paz
Distribución de la comunión.
Canto
Acción de gracias:
“Gastarse por los demás,
irse entregando a los otros,
día a día, en el trabajo,
en la acción de cada hora,
es como siembra de trigo
que cae en tierra y muere
para que dé mucho fruto.
Así vivió Cristo: dándose;
vivió para los demás
y muriendo nos dio vida.
Mi esfuerzo de cada hora
me va gastando la vida,
pero es para que los otros
tengan más vida y crezcan.
Éste es el valor que tiene,
desde la fe, el trabajo
de la persona que cree.
A Gª Paz
5. RITO DE CONCLUSIÓN
Compromiso. Vivir con entusiasmo la vocación a la que hemos sido convocados
Oración después de la comunión. (se toma del misal)
Bendición
Monición final. Acabamos la celebración motivados para trasladar a la vida el mensaje y los valores cristianos que hemos destacado. En los bautizados no puede faltar la conexión entre la fe y la vida: Así pues, vivamos a la altura de la vocación teologal a la que hemos sido convocados. Todo parte del bautismo en el que hoy nos hemos vuelto a reafirmar.
Canto final y despedida.