Celebrando la Palabra - IV Domingo de Pascua - (30 de abril)

Celebrando la Palabra - IV Domingo de Pascua - (30 de abril)

Material para el Animador de la Palabra.

IV Domingo de Pascua. 30 de abril de 2023.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos hacer un mural con un dibujo de pastor y esta frase: “Jesús, Único Pastor, nos ha conducido hasta aquí”.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Hermanas y hermanos, el Señor resucitado sale todos los días a nuestro encuentro, también en los días de la oscuridad y el dolor. Estamos en plena Pascua con el desafío de la vida nueva y regalada delante de nosotros. Es como decir: vida consciente y responsable. Él va por delante marcando en camino, abriendo horizontes nuevos, y espera de nosotros que nos arriesguemos en la misma aventura.

Canto

Saludo del que preside. Hermanas y hermanos, bendigamos a Dios Padre, que nos ha permitido llegar hasta aquí y nos ha regalado al Buen Pastor.

Acto penitencial

Tú, que cargaste con nuestros pecados: Señor, ten piedad.

Tú, que nos has salvado: Cristo, ten piedad

Tú, el buen Pastor de todos: Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, que nos has regalado el don maravilloso de la resurrección de Jesús, concédenos vivir siempre en la alegría de quien se sabe conducido por el Buen Pastor, invitándonos a participar de su vida en plenitud. Por J. N. S. Amén.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. En el comienzo de la Iglesia hay una vivencia creciente de la importancia que tienen las palabras y los hechos de Jesús. El Evangelio recoge el pasaje del buen Pastor, preocupado por la vida de sus ovejas. De este pastor nos podemos fiar: abre a todos la puerta de la vida nueva.

Lecturas. Hch 2, 14a.36-41. Salmo o canto. 1P 2,20b-25. ALELUYA. Jn 10,1-10. Breve silencio.

Comentario homilético. Este cuarto domingo de Pascua centra la mirada en Jesús buen Pastor. La figura del pastor es un recurso del que se valen los autores bíblicos para hablarnos de Dios. Jesús se sirve también de esta imagen para manifestarnos su proceder y sus sentimientos hacia nosotros. Él es el pastor sincero y fiel que se deshace en cuidados y desvelos: busca a la oveja perdida, sale al encuentro de las que no están, ofrece en abundancia los valores del Reino a todos, y está siempre a la puerta en actitud de acogida cordial y singular, porque se interesa por las personas, una a una: conoce a cada una por su nombre y sabe muy bien nuestras necesidades; nuestras dudas, miedos, anhelos.

 Esta imagen del buen Pastor, ha marcado la conciencia y la memoria de la Iglesia. Desde el principio hasta ahora se ha venido destacando la lección formidable de este Pastor: su elegante generosidad, su sacrificio liberador: “he venido para que tengáis vida y que sea en abundancia”.

Las comunidades cristianas de todos los tiempos tenemos un gran ejemplo en este modelo de Pastor. Es un ejemplo claro de cómo debemos vivir las responsabilidades dentro de la comunidad y cómo debemos ser misioneros que salen a buscar a los que nos están. Es una motivación a intensificar la fraternidad hacia dentro y hacia fuera parta que desborde la vida en abundancia. Este Pastor nos invita hoy a comulgar con sus valores para seguir caminando por la ruta de la solidaridad y del servicio a todos, este es el culto que agrada a Dios.

El evangelio es la voz de este buen Pastor. Cualquier otro mensaje que no vaya en esta línea ha de ser para nosotros voz de extraño, de la que debemos pasar como quien oye llover. La voz cálida del buen Pastor resuena en la espiritualidad y en la verdad de las personas y se traduce en corresponsabilidad fraterna... Silencio de interiorización.

Credo

Oración de los fieles.

Roguemos por todo el Pueblo de Dios para que siga fielmente la voz del Buen Pastor: roguemos al Señor

Intercedamos para que los gobernantes y cuantos tiene poder se inspiren en la sabiduría del Evangelio y así acometan con acierto y decisión la solución de los graves problemas que padece hoy el mundo entero: roguemos al Señor.

Pidamos por todo el sufrimiento que generan las guerras, y seamos capaces de estar junto a los que más sufren: roguemos al Señor.

Oremos, también para que todos reconozcan a Jesús como Buen Pastor y sigan su voz: roguemos al Señor.

Oremos unos por otros, pero especialmente por los adolescentes y jóvenes, para que abran su corazón a la llamada de Dios, descubran las necesidades de la Iglesia y respondan co generosidad: roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. La Iglesia siempre ha reconocido a Jesús como buen Pastor. Al comulgar con su persona, renovamos la decisión de seguirlo.

Canto.

Introducción al Padre nuestro

Es digno. Padre, que te alabemos por Jesucristo
a quien has enviado como buen Pastor
para llenarnos de vida, con calidad y en abundancia.

Él ha ido por delante ofreciendo orientación.
Los sensibles escuchan su voz y la siguen
porque Jesús arranca admiración.

Él habla con voz firme y convincente;
busca el dialogo directo y llano con cada persona;
ninguna situación, que podamos vivir le resulta extraña;
conoce a cada uno por su propio nombre.

Te damos gracias por un pastor tan atento y servicial
que se desvela por cada uno de nosotros
y sale a buscar, con respeto y ternura, a los que nos están
porque desea que su palabra de amor llegue a todos.

Padre, te bendecimos por las ganas de este pastor
de reunirnos en una sola Iglesia.

Porque nos atrae su voz y queremos seguir su causa,
porque nos sentimos una sola familia
te decimos juntos la oración de los hijos y los hermanos: Padre nuestro.....

Gesto de la paz

Distribución de la comunión

Acción de gracias

Padre, hacemos comunitaria nuestra oración de gratitud. Nos unimos a toda la humanidad, porque hemos comprendido por el sufrimiento y la solidaridad, que somos una gran familia. Nos unimos a la fe de los que se han ido a tu casa de amor y te decimos: El Señor es nuestro Pastor nada nos falta...

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Generar vida y entusiasmo, como el buen Pastor.

Oración después de la comunión (se toma del misal)

Bendición

Monición final. Hemos celebrado a Jesús como buen Pastor que da la vida. Según sus propias palabras: nadie tiene mayor amor que cuando uno es capaz de una entrega semejante; es posible hacer mucho por los demás. Jesús quiere vida abundante para todos y eso depende en gran medida de nosotros.

Canto final y despedida.