Celebrando la Palabra - XXII Domingo del Tiempo Ordinario (3 de septiembre)

Celebrando la Palabra - XXII Domingo del Tiempo Ordinario (3 de septiembre)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del XXII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 3 de septiembre de 2023.

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1 AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar un cartel con una de estas frases: “Me sedujiste, Señor” o, “Es un acierto pensar como Dios”.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición. A veces actuamos como si todo lo que valiera se midiese por las leyes del mercado. Gracias a Dios hay valores que no tienen rasero económico. El Evangelio nos lo recuerda:” ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida?” El mensaje de hoy es elocuente y atrevido. Seguir a Jesús y dar culto a Dios comporta muchas veces sufrimiento, pero también mucha satisfacción.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, alabemos juntos al Señor que nos quiere de verdad.

Acto penitencial. Reconociendo que Dios nos quiere y nos perdona, junto con la confesión de fe en Jesús; confesamos también públicamente que necesitamos su comprensión y su perdón; por eso decimos juntos... Yo confieso ante Dios....

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, de quien procede todo don perfecto, infunde en nuestros corazones el amor a Ti y a los hermanos, para que así, nuestra existencia discurra por las sendas que conducen a la Vida sin fin. Por J. N. S.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. El profeta Jeremías entendió que la verdadera libertad coincide con el cumplimiento de la voluntad de Dios. Pero la obediencia a Dios le hizo caminar por una senda difícil. En momentos especialmente duros llegó a maldecir su nacimiento, tentado por la desesperación. Pero no podía alejarse de Dios: su presencia le abrasaba por dentro...

En esta misma línea, San Pablo nos invita a dar culto a Dios con la vida. Para ello necesitamos corregir muchas veces la mentalidad y no dejarnos llevar por las modas sociales.

Jesús, al igual que Jeremías, resalta la obediencia a Dios como el valor principal. Pedro, que todavía no había cambiado su mentalidad, resulta tentador para Jesús. Pero Éste le corrige con energía y le invita a pensar y a ver la vida como Dios la ve.

Lecturas. Jr 20,7-9. Salmo o canto. Rm 12,1-2. Aclamación. Mt 16,21-27 Breve silencio

Comentario homilético. Afortunadamente, libertad y sufrimiento son planos que confluyen en nuestra vida de creyentes. Con qué realismo y con qué fuerza expresiva lo manifiesta el profeta Jeremías. “Me sedujiste, Señor” equivale a lo que entendemos por gracia de Dios; “y ... me dejé seducir,” equivale a la libertad humana, de dejar hacer a Dios, puesto que su acción es siempre beneficiosa. El sufrimiento es consecuencia del compromiso. No hace falta que los creyentes busquemos la cruz; la gente ya se encarga de echárnosla encima; a veces son incluso los propios amigos. El profeta nos revela su experiencia mística: “La Palabra era en mis entrañas fuego ardiente”; pero nos cuenta también su experiencia dolorosa por continuar con la misión profética que Dios le ha encomendado, es decir, por no dar la espalda a su vocación.

La vida de Jesús no fue diferente a la del profeta Jeremías ni a la nuestra. Las dificultades le salean al paso por todos ángulos. Hasta su íntimo amigo Pedro le quiso apartar de su misión... Pero a Jesús nadie le hace cambiar de rumbo.... “Apártate de mí...” Tal vez por eso insiste tanto Jesús en el valor de andar por la vida despiertos y vigilantes....

En resumen, Dios seduce, llena nuestra vida de sentido; la vocación cristiana es atractiva, ilusionante, pero no está exenta de riesgos y sacrificios. Que nos entre muy dentro: No hay verdadero seguimiento cristiano sin cruz. Pero ese es el camino de las bienaventuranzas: “dichosos los perseguidos, porque de ellos es el Reino... -venga a nosotros tu Reino Señor-. (silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que viva de la fe y de los valores Evangélicos, roguemos al Señor.

Para que las comunidades cristianas alumbren creyentes apasionados por el Evangelio, roguemos al Señor

Por los que se alejan del seguimiento de Jesús, para que recobren el encuentro con Él, roguemos al Señor.

Para que aumente la calidad de nuestra fe y de nuestro testimonio, roguemos al Señor.

Por todos los necesitados y enfermos de esta comunidad cristiana, para que no les falte la ayuda y el consuelo de sus vecinos y conocidos, roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. La espiritualidad cristiana de la Cruz es liberadora. Así fue el culto que Jesús le ofreció al Padre. Al comulgar con Él, confirmemos que también nosotros queremos dar culto al Padre llevando una vida según su voluntad.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Te bendecimos, Padre, porque estás a nuestro lado
con la comprensión y la ternura de una Madre.

Eres para todos como una brújula de orientación,
porque señalas con claridad cómo llegar salvados
a tu casa de amor siempre abierta.

Nos reprendes con ternura y misericordia cuando nos equivocamos .
Y nos recuerdas: “Hay que caminar por la senda de las bienaventuranzas”.
Sí, Padre, deseas fervientemente nuestra felicidad.

Renuévanos la mente y el corazón
para pensar y sentir como Tú
abrazamos la cruz de cada día.
Nos revestimos de espiritualidad evangélica
y te ofrecemos la obediencia comprometida de la fe.

Padre, lo has dejado muy claro:
no hay mayor honor que el de entregar la vida,
no se alcanza la verdadera libertad
lejos de la pobreza de espíritu,
no hay recurso más certero que el talante de la cruz.

Unidos en oración con Jesús te invocamos: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Acción de gracias

Dichoso quien no se deja seducir
por los que venden su dignidad.

Dichoso quien no participa en la carreara loca
de ser el primero para sobresalir.
sino que elige el último lugar porque es sencillo y sirve.

Quien actúa así, es posible que no sea admirado,
pero es persona de criterio y al final convencerá.

El camino fácil es engañoso, un callejón sin salida.
El camino del Evangelio no es cómodo,
pero conduce a la Vida...

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Pensar y vivir al estilo de Jesús.

Oración después de la comunión (se toma del misal)

Bendición

Monición final. Pretender vivir el Evangelio sin la presencia de la cruz y del conflicto es casi como una tomadura de pelo. Parecerse a Jesús trae consigo cargar a diario con la cruz.

Obedecer a Dios y no dejarse llevar por la mentalidad del mundo, tiene ese precio. Es también el precio de la sana libertad y, el que necesariamente se paga por salvar la vida.

Hagamos un esfuerzo por asimilar la mentalidad de Dios y por llenar de calidad humana la vida comunitaria. Que Dios nos acompañe y nos conceda actuar ante los demás con los criterios de Jesús.

Canto final y despedida.