Celebrando la Palabra - XXX Domingo del Tiempo Ordinario - (29 de octubre)

Celebrando la Palabra - XXX Domingo del Tiempo Ordinario - (29 de octubre)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del XXX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 29 de octubre de 2023.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar un cartel con una de estas frases: “Todo se reduce al amor” o, “Amor a Dios y al prójimo”.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Buenos días a todas y a todos... bienvenidos a esta celebración dominical de nuestra comunidad. Nos congrega el amor de Dios, y el amor mutuo estimulado por la fe.

La Palabra de Dios nos dirá hoy que todo se resume en el amor. El amor es lo que nos salva. Amor a Dios y amor al prójimo no son idénticos, pero sí inseparables para todas las personas que tenemos a Jesús como Maestro: se prueban y se exigen mutuamente. La ausencia o negación de uno descalifica al otro. No se pude decir: amo a Dios, si no se demuestra en el amor a los hermanos.

Motivados por nuestras mejores experiencias amorosas, celebremos a Dios que nos ha amado primero, y bendigamos a Jesús que nos indica con su propia vida hasta dónde es capaz de llegar la fuerza poderosa del amor.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, alabemos juntos al Señor, que nos amó el primero.

Acto penitencial

Porque no te amamos con toda el alma, Señor, ten piedad

Porque no somos suficientemente generosos, Cristo, ten piedad

Porque olvidamos fácilmente el mandamiento del amor, Señor, ten piedad

Gloria

Oración. Dios, Padre bondadoso, toda tu revelación se resume y culmina en el amor a Ti y al prójimo. Ésta es nuestra vocación y nuestro compromiso principal. Tú, que nos has amado el primero, alimenta en nosotros esta gran experiencia de fe. Por J. N. S. Amén.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. Ayudar a los demás a realizarse como personas es una manera estupenda de entender el amor de Dios.

Jesús tiene claro que todo se resume en un amor único, pero que tiene dos vertientes: Dios y el prójimo. Así se lo hizo saber a unos fariseos que le hicieron una pregunta con mala intención.

Lecturas. Ex 22,21-27. Salmo o canto. 1Ts 1,5c-10. Aclamación. Mt 22, 34-40. Breve silencio

Comentario homilético. Más de una vez hemos oído lemas o consignas que suenan así: lo afectivo es lo efectivo, el mal se vence con el bien. Es claro que no hay mejor energía para la psicología humana y para la convivencia que la fuerza y el poder del amor. Con amor y amistad se encaran las dificultades con energía y valor, nada puede más que el amor.

El Pueblo de Israel había sufrido una fuerte opresión durante su larga estancia en Egipto. La experiencia le aconseja no repetir los mismos errores. El futuro de su historia deberá ser diferente. Del amor de Dios que lo ha liberado brotan unas normas que encierran un ideal: el amor a Dios y al prójimo. “Esto dice el Señor: no oprimirás ni vejarás al forastero, no explotarás a viudas y a huérfanos, no serás usurero...”.

La ley judía en tiempos de Jesús contenía 613 mandamientos; con todo tipo de detalles y normas para toda actividad, todos eran importantes, aunque lógicamente unos tenían más peso que otros. En una ocasión, unos fariseos le preguntan a Jesús, con intención de pillarlo en un renuncio, por el mandamiento principal. Él recoge la mejor tradición y hace un resumen estupendo. No se concibe el amor a Dios sin el amor al prójimo. Por eso el mandamiento principal y, en definitiva, el único, es doble, porque el amor a Dios es inseparable del amor a las personas.

Según nos enseñaron a muchos, la bondad se demuestra cumpliendo los mandamientos. Nuestra sensibilidad actual nos lleva a pensar y a sentir que las bienaventuranzas los complementan y van, incluso, más allá de ellos. En todo caso, para nosotros lo principal y decisivo es vivir cumpliendo el resumen que tan bellamente expreso Jesús: Amar a Dios con todas nuestras fuerzas y al prójimo con semejante energía. Este valor es altamente testimonial en una comunidad cristiana. Es lo que le da consistencia. Lo que no brota del amor la interrumpe y la degrada.

Terminaré diciendo algo que me preocupa; en algunas comunidades cristianas se resalta más el amor al prójimo que el amor a Dios. Para Jesús, nuestro maestro, lo primero y principal es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el ser. Porque cuando esto se vive de verdad, tenemos garantía absoluta de hacer bien la segunda parte: amar de corazón a las personas, sintiéndolas como verdaderos hermanos y hermanas. mientras que esto segundo solo, no garantiza lo primeo. Sucede con relativa frecuencia que cuando no amamos a Dios tampoco amamos de verdad a nadie. Silencio de interiorización

Credo

Oración de los fieles

Oremos por los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, para que vivamos con intensidad la vocación del amor, roguemos al Señor

Oremos por nuestra Iglesia, para que sea testigo firme del amor de Dios y de Jesús, roguemos al Señor

Oremos por nuestra Comunidad, para que ejerzamos una influencia saludable en el pueblo por medio de un amor generoso a todas las personas, roguemos al Señor.

Oremos por la unión de nuestro pueblo y por laintenciones y necesidades de todos los vecinos y vecinas, roguemos al Señor

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Amar es más que un mandamiento o consejo; es una necesidad vital potenciada por la fe. Que la comunión con Jesús refuerce en nosotros el amor a Dios y las personas.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Dios, Padre bueno,
Ojalá te supiéramos cantar con toda la vida
la canción de amor que te mereces.

Hemos aprendido de la Iglesia madre
que el amor viene de Ti y en Ti culmina.
Nos hiciste para amar y esperamos que un día
se cumpla en plenitud tan honda aspiración.

Mientras fluye la vida, te damos gracias
por el beso, la caricia, la amistad,
y por tu presencia hecha ternura.
Que felicidad cuando el amor refuerza las relaciones.

Padre, todo está sembrado de tu amor primero:
hay expresiones entrañables en los hogares,
gestos en las calles, en los parques y jardines;
ternura y cuidado en los hospitales
porque necesitamos la comunicación amorosa.

Padre bueno, ayúdanos a seguir impregnando de amor cristiano
todo cuanto decimos o hacemos.

Nútrenos de tu espiritualidad para ser símbolos
del cariño evangélico en medio de la gente.

Celebrando la fraternidad que nos une
te rezamos juntos la oración de Jesús: Padre nuestro...

Gesto de la paz

Distribución de la comunión: canto

Acción de gracias

No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera

(Anónimo)

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Amar a Dios y a las personas.

Oración después de la comunión (se toma del misal)

Bendición

Monición final. Muchas veces nos parece que el amor es bello y fácil, como si se tratara de un sueño. Y soñamos... Pero otras veces no entendemos por qué nuestro amor es tan raquítico y se nos agota tan pronto.

Hermanas y hermanos, Dios es Amor. Nos ha hecho a su imagen. Por eso, amar es nuestra vocación y el mejor camino para la libertad: Ama y haz lo que quieras...

Canto final y despedida