Acción de Gracias del Obispo de Palencia en la Eucaristía del VII Centenario de la Catedral

Acción de Gracias del Obispo de Palencia en la Eucaristía del VII Centenario de la Catedral

Acción de Gracias de Mons. Manuel Herrero Fernández, OSA, obispo de Palencia, en la Eucaristía del VII Centenario de la Santa Iglesia Catedral de San Antolín, diácono y mártir, de Palencia.

 

5 de junio de 2021

 

Hermanos y hermanas:

Hemos dado gracias en esta Eucaristía que toca a su fin a Dios Padre por Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo por los 700 años de la primera piedra de nuestra Catedral, la catedral de la Iglesia de Dios que peregrina en Palencia.

Como prolongación de esta Eucaristía deseo expresar la gratitud de esta Iglesia por los obispos, presbíteros, diáconos, miembros de vida consagrada y laicos que han pertenecido y pertenecemos a ella.

Particularmente quiero dar gracias por la vida, la fe, la esperanza, por su Palabra y la Eucaristía, por las obras de amor que Él ha realizado y realiza en nosotros, entre nosotros y por medio nuestro. Quiero dar gracias a Dios por la santidad de Santa María, la Madre de Dios y Madre nuestra, invocada en esta diócesis con diversas y hermosas advocaciones, y de san José, por la santidad de San Antolín, nuestro patrono, de San Francisco Fernández de Capillas, primer mártir de China, de San Rafael Arnáiz y San Manuel González García y por los 127 beatos, la mayoría mártires, nacidos en esta Iglesia, por los misioneros y misioneras.

Hace 700 años que el Legado Pontificio, cardenal Guillermo de Godín, del título de Santa Sabina, dominico, enviado del papa Clemente V, a presidir un Concilio nacional en Palencia, para poner paz en el Reino de Castilla por causa de la minoría de edad del Rey Alfono XI y su repercusión en los más pobres :como dice el Poema de Alfonso Onceno: “En este tiempo, los sennores/ corrían a Castiella,/ los mesquinos labradores/pasavan grant mansiella” ; él puso la primera piedra en la actual capilla de la Virgen Blanca, en tiempos del Obispo Juan Fernández de Limia, con la asistencia de los Obispo de León, Segovia, Plasencia, Córdoba, Zamora y Bayona.

Quiero dar las gracias por vuestra presencia, hermanos obispos, y expresar la comunión con el Papa Francisco y con vuestras iglesias y las iglesias de España.

Gracias, Sr. Nuncio, por haber presidido esta celebración; exprese al Papa Francisco la comunión de esta Iglesia.

Gracias hermanos obispos que habéis servido a esta iglesia, Nicolás Castellanos, y cardenal Ricardo Blázquez. Gracias a vosotros, los obispos de León, emérito de Burgos y Zamora que con vuestra presencia expresáis la comunión de las Iglesias.

Gracias, D. Aquilino Bocos, Cardenal, nacido, bautizado y confirmado en esta Diócesis, en Canillas de Esgueva, a D. Manuel Sánchez Monge, obispo de Santander, a D. Luis Javier Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, a D. Javier Del Rio, Obispo Emérito de Tarija, Bolivia;

Gracias a las autoridades por vuestra presencia y colaboración en las obras preparadas para este Centenario, comenzando por el alcalde de la ciudad; el subdelegado del Gobierno de la nación, el delegado de la Junta de Castilla y León y la presidenta de la Diputación Provincial de Palencia.

Gracias a los presbíteros, colaboradores necesarios del Obispo, al cabildo catedral, al organista, al cantor, a los lectores, a los diáconos, al Consejo Pastoral Diocesano, a todos los miembros de la vida consagrada, a todos los laicos y laicas que habéis acudido para expresar vuestra alegría y acción de gracias por ser Iglesia viva.

Gracias a las comisiones que habéis trabajado en la programación y preparación del Centenario y al personal de la Catedral.

Pido al Señor que esta iglesia siga siendo la casa de todos, donde todos los bautizados tenemos un lugar un sitio, y una mesa y donde los no creyentes pueden acercarse para gozar de la belleza de esta catedral, trasunto de la belleza de Dios, siempre bueno, misericordioso y fiel.

Y una súplica: que el Señor nos siga bendiciendo con muchas vocaciones a un laicado comprometido en la sociedad, a unas familias cristianas, a la vida consagrada, y al ministerio ordenado.

Con san Agustín os pido: amemos a esta Iglesia. estemos en esta Iglesia, seamos esta iglesia (Sermón 138,10).

Iglesia en Palencia, seamos, como pide el Concilio Vaticano II, una Iglesia signo de la unidad con Dios y de los hombres entre sí, de discípulos y misioneros, alegre, misericordiada y misericordiosa, una Iglesia en salida, que lleve el gozo del Evangelio, una Iglesia que sea hogar, hospital de campaña, una iglesia que sea tienda del encuentro con Dios y los hombres, con las puertas abiertas para acoger a los más pobres y necesitados, los descartados de la sociedad, y compartir el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia alegrías de los hombres; que nada verdaderamente humano deje de tener resonancia en nuestro corazón, como en el de Jesucristo; que guiada por el Espíritu Santo peregrine hacia el reino del Padre; que cuide la casa común y especialmente a las personas más débiles y frágiles.

Iglesia de Dios en Palencia, CANTA Y CAMINA.

Muchas gracias a todos.