El último domingo de Adviento la liturgia nos presenta la figura de san José como referente y modelo para preparar este último tramo del adviento y antes de disponernos a celebrar el nacimiento del HIJO de Dios. El evangelista san Mateo dedica una especial al comportamiento de san José. Tiene un especial interés en que descubramos en él actitudes profundas que nos ayuden a vivir la acogida del Señor.

Acoger

San José se encuentra ante una situación difícil y muy comprometida. Es posible que su primera intención sería abandonar, buscar otro camino y no aceptar un comportamiento exigente. Tiene que escuchar la voz de Dios, la voz del ángel para entender los acontecimientos, para cambiar su actitud, para aceptar cooperar en el plan de Dios. José se convierte así para nosotros en modelo de discípulo que escuchando a Dios acoge su plan.

Este es el ejemplo que hoy nos ofrece a todos nosotros la figura de san José. Acoger el plan de salvación de Dios, aunque sea exigente, difícil y nos comprometa, aunque no lo entendamos del todo, aunque nos parezca difícil e imposible.

José acoge a María y no se desentiende de su compromiso de estar a su lado. En silencio, ayudando, sirviendo, disponible siempre realiza el proyecto salvador de Dios. Sin hablar, sin buscar explicaciones acoge el plan que Dios le propone y lo lleva a cabo. Acoge incluso cuando experimente que es rechazado, acoge cuando encuentre cerradas las puertas, en definitiva, acoge cuando no encuentra acogida. Al despertar del sueño, José realiza lo que el Señor le ha pedido acoge y recibe a María como esposa (Mt 1,24).

Dios con nosotros

El evangelio acaba con las palabras del ángel que anuncian a José el nombre del Niño que va a nacer y que lleva en el seno María. “Le pondrá por nombre Emanuel, que significa Dios con nosotros. Parecería ser esta la razón convincente de aceptar el plan que el ángel le propone. No se puede resistir a que Dios esté entre nosotros. La Navidad significa eso, que Dios esté con nosotros y entre nosotros. Aquí encontramos la auténtica razón de nuestro vivir la Navidad, hacer posible que Dios viva con nosotros. Para ello, como a san José, Dios quiere que acojamos su proyecto de salvación, aunque nos parezca complicado. Si estos días hemos colaborado para ofrecer a nuestro mundo una imagen navideña de luces, villancicos, sonrisas, adornos y regalos, que nada de esto distraiga nuestra colaboración para que Dios sea acogido entre nosotros. Pregúntate qué puedes hacer para que Dios esté con nosotros seguro que así descubres la auténtica forma cristiana de vivir la Navidad.

La Navidad ya nos envuelve. No nos dejemos llevar por el señuelo de fiestas, regalos, luces y música, para no olvidar que la Navidad, solo tiene sentido, si Jesús es el centro y le damos un lugar y tiempo en nuestro corazón. De ahí, que la actitud de José, de querer encontrar el sentido de su vida a la luz del proyecto de Dios, siga siendo invitación para todos nosotros. Preparemos la Navidad, siendo dóciles a la voz del Señor y dejemos que Él actúe y se manifieste en nuestra vida en la de José.

Comentario al Evangelio del 18 de diciembre de 2022, por José María de Valles, delegado diocesano de Liturgia. Emitido en “Iglesia Noticia” de la Diócesis de Palencia