Jornada final del Camino de Santiago de nuestros jóvenes… El lema que les acompaña hoy es “Enviados por la Iglesia”.
En aquel tiempo Jesús dijo: «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y se las has manifestado a los sencillos.
Sí, Padre, porque así lo has querido. Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce perfectamente al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera manifestar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy amable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
(Marcos 11, 25-30)
Estamos terminando el Camino de Santiago.
A todos nos vienen a la cabeza muchos sentimientos y recuerdos: la marcha de cada día, los pueblos que hemos recorrido, las reuniones de grupo, el trabajo bien hecho, los compañeros, los monitores, nuestra enfermera, los sacerdotes, nuestro Obispo, las veladas por las noches, los encuentros, las celebraciones, las risas, los lloros, las personas que he conocido…
Lo más importante son las personas que hemos formado esta Peregrinación Diocesana de jóvenes a Santiago. Cada uno de nosotros somos un regalo que el buen Dios nos ha regalado.
Queremos recordar el camino recorrido, las dificultades y las alegrías, lo conseguido y lo que nos ha faltado. Sobre todo, todas las personas que nos acompañan en nuestro caminar, especialmente Jesús, el Señor.
En silencio te invitamos a que des gracias por estos días.
Te doy gracias Padre Bueno por….
(Unas pistas desde las que puedes dar las Gracias: la naturaleza, las etapas, los compañeros, los adultos, lo que he aprendido cada día, las llamadas que me ha hecho Jesús….)
A lo largo del día acércate a un compañero o a un adulto y dale las gracias por estos días. Se lo puedes hacer con un abrazo o como veas.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”
Le presentamos al Señor, los cansancios de estos días, nuestros miedos, nuestras dudas, lo que me interroga, lo que tengo que cambiar. Os invitamos a que sintáis su abrazo, su fuerza, su amor…
De cara al futuro… desde el proyecto de vida, desde la experiencia de estos días
• Me comprometo a….
• Me siento llamado en la Iglesia, la parroquia, mi grupo a…
• Me gustaría que juntos, a corto plazo, hiciésemos …
• Para discernir la propia vocación, hay que reconocer que esa vocación es el llamado de un amigo: Jesús. A los amigos, si se les regala algo, se les regala lo mejor. Y eso mejor no necesariamente es lo más caro o difícil de conseguir, sino lo que uno sabe que al otro lo alegrará. Un amigo percibe esto con tanta claridad que puede visualizar en su imaginación la sonrisa de su amigo cuando abra su regalo. Este discernimiento de amistad es el que propongo a los jóvenes como modelo si buscan encontrar cuál es la voluntad de Dios para sus vidas. (Christus Vivit, 287).
• El regalo de la vocación será sin duda un regalo exigente. Los regalos de Dios son interactivos y para gozarlos hay que poner mucho en juego, hay que arriesgar. Pero no será la exigencia de un deber impuesto por otro desde afuera, sino algo que te estimulará a crecer y a optar para que ese regalo madure y se convierta en don para los demás. Cuando el Señor suscita una vocación no sólo piensa en lo que eres sino en todo lo que junto a Él y a los demás podrás llegar a ser. (Christus Vivit, 289)
“GRACIAS A TI”
Hoy es un día mejor
El cielo tiene color
En el aire se respira el amor
Hay una nueva ilusión
Que llena mi corazón
En mi mundo se ha borrado el temor
Te entrego en esta canción
Las palabras de mi corazón
Hoy quiero darte las gracias
Por darme esperanza
Y poder caminar junto a ti
Por ayudar con el alma
Y brindarme confianza
Por darme fuerzas para seguir
¿Qué más te puedo decir?
Hoy puedo soñar y reír
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti
Me has enseñado a vivir
A no olvidar ser feliz
A cada día el amor compartir
Te entrego en esta canción
Las palabras de mi corazón
Hoy quiero darte las gracias
Por darme esperanza
Y poder caminar junto a ti
Por ayudar con el alma
Y brindarme confianza
Por darme fuerzas para seguir
¿Qué más te puedo decir?
Hoy puedo soñar y reír
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti
Gracias a ti, a ti, a ti