El Seminario Menor de la Diócesis ha acogido hoy la Fiesta de San Juan de Ávila, patrón del clero español. Una Fiesta, que como ha dicho nuestro Obispo en su homilía reúne tres motivos para la celebración: «alabar a Cristo Sacerdote, festejar a san Juan de Ávila, nuestro patrón, y honrar a los hermanos que hoy celebran sus bodas de oro o diamante sacerdotales. Tres motivos que, como en el misterio de la Trinidad, se resumen en un solo misterio: el amor de Jesucristo que se manifiesta en la cruz y la eucaristía y se prolonga en la entrega de san Juan de Ávila y en la los de nuestros hermanos sacerdotes».
Durante la misma han merecido reconocimiento los sacerdotes que este año han cumplido 50 y 60 años de su ordenación sacerdotal, a los que se ha hecho entrega -al finalizar la Eucaristía- de una réplica de la Puerta del Salvador de la Catedral Palentina.
Bodas de Diamante (60 años de Ordenación / 1959): Nicolás Castellanos Franco, Teodoro Flores Sáez, Eugenio González Gil, Policarpo Humada Fernández, José Martínez Ruiz, Miguel Nieto Rodríguez y Miguel Salvador García. A este grupo se ha unido Cirilo Cubillo Martín, que celebra sus 70 años de sacerdocio.
Bodas de Oro (50 años de Ordenación / 1969): Deogracias Bustillo González, Jesús Escudero Ortiz, Pompeyo Fernández García, Félix Lagartos Garrán, Ángel Pérez Torices, Eulogio Poza San Juan, José Antonio Rodríguez Burgos e Ignacio Romo Velasco.
En nombre de todos ellos han tomado la palabra Miguel Salvador García e Ignacio Romo Velasco.
También se ha tenido un momento de recuerdo agradecido para los sacerdotes fallecidos desde la última Fiesta de San Juan de Ávila: Santiago Rojo Calzada, Valentín González Gómez, Florentino Retortillo Centeno, Quintín Calvo Cubillo, Miguel Ángel Ortiz Nozal, José María Gómez Laso y Ángel Nogales Castro.
Al acabar la Eucaristía, Eloy Bueno de la Fuente, sacerdote de la Archidiócesis de Burgos y profesor de la Facultad de Teología del Norte de España, ha impartido una conferencia titulada “El presbítero diocesano en una Iglesia sinodal”.
El encuentro ha concluido con una comida fraterna.