Material para el Animador de la Palabra.
Celebración de la Natividad del Señor. Ciclo B. 25 de diciembre de 2020.
1. AMBIENTACIÓN
Se puede adornar el pórtico y los bancos de la iglesia con flores Junto al belén podemos colocar una de estas frases: “Dios está con nosotros” o “Dios va de hombre por la vida”
2. RITOS INICIALES
Monición. Los primeros cristianos vieron en Jesús la luz que los orientaba. Él mismo significó el amanecer de una nueva era. Por eso, la Navidad cristiana es, ante todo, un símbolo. En ella consideramos el gesto amoroso de Dios para hacerse como uno de nosotros y salvarnos desde dentro. Celebrar la Navidad es acoger a Jesús como salvador.
Con Jesucristo nace un tipo de persona diferente: buscadora y acogedora de los valores que humanizan: paz, hospitalidad, solidaridad, fraternidad. es decir “La humanidad nueva” El sueño que el Padre soñó para cada persona, y que tiene su plenitud en Jesús de Nazaret.
Nos felicitamos en el Señor y comenzamos con gozo esta celebración.
Canto
Saludo. Hermanos y hermanas, bendigamos a Dios que nos ha visitado y redimido de una manera humana.
Acto penitencial
Tú eres la Palabra de Dios hecho hombre: Señor, ten piedad.
Tú eres la imagen de Dios invisible: Cristo, ten piedad
Tú eres el Santo de Dios: Señor, ten piedad.
Gloria
Oración. Padre bondadoso, te damos gracias por Jesucristo, el mensajero de la paz. Nacido de María, es el esperado, la luz del mundo, el mesías, el Señor. Entregó su vida por completo para rescatarnos del pecado y preparar así en pueblo conforme al plan que Tú habías soñado. Nosotros, con conciencia de redimidos, renovamos ante Ti nuestra fe. Cuenta con nosotros para transformar la sociedad. Pos J. N. S. Amén
3. LITURGIA DE LA PALABRA
Monición a las lecturas. Navidad es expresión elevada de la Alianza de Dios con la Historia humana. El nos entrega su divinidad y acoge nuestra humanidad para ponerla en estado definitivo de esperanza. Jesús es la gran Palabra humana de Dios, el gran testigo y el mejor comunicador de su mensaje... Por eso, lo que más importa de la Navidad es que acojamos esta Palabra encarnada, y podamos así vivir el Evangelio en Comunidad creyente.
Lecturas. Is 52,7-10. Salmo o canto. Hb 1, 1-6. Aclamación. Ju 1, 1-8. Breve silencio.
Comentario homilético. En distintas ocasiones y de muchas maneras se ha comunicado Dios... ¡Que hermosos sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la Paz, que trae la Buena Nueva!
Sí, Navidad es júbilo, aplauso, señal incipiente de victoria, porque Dios ha cumplido sus promesas. En Jesús hay una alternativa de humanidad que jamás podrá ya ser borrada de la historia humana, por más que algunos lo intenten.
Jesús es el Emmanuel - Dios-con-nosotros, la compañía y la comunicación de Dios más humanamente posibles. Y nosotros, que contemplamos el misterio de la Navidad desde la dilatada historia de la Iglesia, podemos afirmar: Jesús es mensajero y alianza, redentor y testigo, luz, camino, verdad, vida, pascua redentora, RESURRECCIÓN; y un sinfín de símbolos de un profundo calado humano.
Navidad es acogida y agradecimiento, porque “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el crea en él tenga vida eterna. Dios no envío a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo” (Jn 3,16). En efecto, Dios ha querido salvarnos desde dentro de nuestra realidad humana, desde abajo, “se abajó” se hizo uno con nosotros.
Por eso, Navidad es una buena ocasión para no perdernos en simples emociones contemplando “belenes”... sino para considerar en bloque todo el gran regalo de Jesús para el hoy y el mañana de la humanidad; una humanidad dolorida, por tantas “pandemias”, empobrecida... en busca de un salvador.
Navidad es también un reto: nos recuerda que la Redención sigue... y que para realizarla Dios cuenta con nosotros. Por eso, hay verdadera Navidad cuando uno se abre a la luz y se aleja de las tinieblas, cuando es solución y no conflicto.
La luz brilla en la tiniebla, pero la tiniebla no la recibió... Este empeño de Dios es hoy una responsabilidad nuestra. A veces oímos y hasta puede que nosotros mismos digamos: “Esto no tiene arreglo”. Más aún: “Esto ni Dios lo arregla”. Si entendemos la dinámica profunda de la de la Navidad autentica, la cristiana, no esa que quieren “salvar” las multinacionales, no podemos pensar así, ni tales expresiones pueden salir de nuestra boca. La autentica Navidad nos tiene que llevar a la convicción de que cada bautizado está llamado a ser luz y vida en medio del pueblo; por tanto, tenemos que ser la solución. La redención sigue y Dios quiere contar con nosotros (silencio de interiorización)
Credo
Oración de los fieles
Por el mundo, Para que acoja la Navidad de Dios como luz que ilumina y refuerza la esperanza en todo tiempo, más aún en estos tiempos difíciles, roguemos al Señor.
Por la Iglesia, para que muestre, día a día, el verdadero rostro del Mesías Salvador acogiendo a todos, especialmente a los que mas sufren, roguemos al Señor.
Por los pueblos más necesitados, para que progresen en paz, justicia y desarrollo y nos les falte nunca la ayuda de los que más tienen, roguemos al Señor.
Por cuantos se sienten cansados y decaídos ante las vicisitudes de la vida, para que la Navidad de Dios y el Evangelio les den fuerza y reanimen su esperanza, roguemos al Señor.
Por todas nuestras familias para que la unión y el amor, que no conoce distancias ni ausencias, y que en estos días se reaviva, dure todo el año, roguemos al Señor.
Por esta Comunidad Cristiana, para que gocemos con el misterio de la Navidad y afiancemos el deseo de servir al Evangelio, roguemos al Señor.
4. RITO DE LA COMUNIÓN
Monición. Dios, “es un pedazo de Pan” alimenta nuestro caminar diario. Comparte la aventura humana con todos. Acojámoslo abriendo por completo el corazón.
Canto
Introducción al Padre nuestro.
Dios nuestro, Tú eres para nosotros un Padre
y nosotros para Ti, hijos,
porque a Jesús lo has hecho nuestro hermano.
Te bendecimos porque hoy a brillado
una luz grande: hemos visto al Redentor.
Los cielos pregonan tu bondad
y los pueblos quieren cantar tu gloria.
Gracias, Dios amoroso, porque te has revelado
y te has entregado en tu Hijo, Jesús.
Él ha venido para dilatar tu Reino
con una paz sin límites,
con una actitud de entrega desbordante
desde la cuna hasta la cruz.
Porque has querido ser tan bueno con nosotros,
derrama tu Espíritu sobre esta Comunidad,
de manera que la entrega de Jesús
sea para nosotros motivo de buena conciencia
y de arriesgado compromiso.
Padre bondadoso, te agradecemos
el mejor regalo que nos has podido hacer:
Jesús, presencia tuya y símbolo humano
para todos los que quieren hacer buena la historia.
Que el Espíritu nos ayude a caminar
con el coraje y con la esperanza de los redimidos.
Porque te has desbordado con nosotros
te decimos con gozo y esperanza
la oración de los hijos y los hermanos : Padre nuestro...
Gesto de la Paz. Se pude presentar una pancarta con la frase: “PAZ EN LA TIERRA”. Y alguien de la asamblea dice: En un día tan especial para todos, que la paz de Jesús inunde nuestros corazones y los llene de amor a todos.
Distribución de la comunión: canto
Acción de gracias.
Jesús, estamos aquí para mirarte con ternura
para contemplar desde el corazón
que eres la Palabra de vida.
Jesús, estamos aquí para mirarte
y extasiados, sin miedo, contemplar cara a cara
que eres la palabra hecha carne.
Jesús, estamos aquí impresionados.
Con las manos extendidas te decimos ¡¡gracia!!
Gracias por no asustarte de nosotros, por acogernos...
Gracias por tu redención abundante.
5. RITO DE CONCLUSIÓN
Compromiso. Poner en práctica los valores de la Navidad cristiana que hemos destacado en esta celebración.
Bendición
Monición final. El tiempo de Navidad es especialmente expresivo de la cercanía de Dios. Él ha querido acampar entre nosotros, ser un vecino más, para compartir la marcha de la vida. Vivamos con fe y entusiasmo esta presencia amiga de Dios. Seamos testigos de su presencia entre nosotros.
Gesto final. Nos despedimos acercándonos al niño y haciendo un gesto: (inclinación profunda) como acogida y adoración.
Despedida