Material para el Animador de la Palabra.
Celebración de la Sagrada Familia. Ciclo B. 27 de diciembre de 2020.
1. AMBIENTACIÓN
Junto a la decoración propia del tiempo, podemos poner una de estas frases: “Hacer familia es un deber” o, “El futuro se juega en la familia”.
2. RITOS INICIALES
MONICIÓN DE ENTRADA. Hermanas y hermanos, bienvenidos todos a este encuentro. Celebramos hoy que somos familia, familia de sangre y familia más amplia porque nos sentimos y somos, hermanos de Jesús.
Dios, que es todo amor, ha marcado nuestra vida con la señal del cariño: entre el hombre y la mujer, entre padres e hijos, entre novios, amigos y vecinos. Por eso, unidos damos gracias a Dios porque hemos experimentado su amor con nosotros.
En familia y con el corazón lleno de buenos deseos, comenzamos la celebración.
CANTO
SALUDO. Hermanas y hermanos, bendigamos a Dios, que quiere ser uno más en nuestra familia.
ACTO PENITENCIAL
En nuestros hogares el amor no es siempre el vehículo de nuestras relaciones. La convivencia continuada muchas veces acarrea roces y tensiones de las que todos somos culpables. Po eso necesitamos que la reconciliación brote generosa en el ánimo de todos:
Porque no hemos sembrado todo el amor que deberíamos y porque hemos tenido distancias, egoísmos, discusiones y malos ejemplos, Señor, ten piedad.
Porque no hemos cultivado suficientemente el amor servicial y creativo, Cristo, ten piedad.
Porque podemos contribuir más a la marcha feliz del hogar, Señor, ten piedad.
GLORIA
ORACIÓN. Dios Padre y madre, que nos amas y nos invitas a amar, que propones a la Familia de Nazaret como ejemplo a los ojos del pueblo, concédenos que, imitando sus virtudes y su unión en el amor, seamos un testimonio de convivencia familiar y de compromiso cristiano. Por J. N. S.
3. LITURGIA DE LA PALABRA
MONICIÓN A LAS LECTURAS. En la familia todos somos sujetos de derechos y deberes. Colaborar en el entendimiento y en el cariño común es fundamental. Pocas páginas de la Biblia son tan detallistas y expresivas como las que escucharemos hoy. Acojamos la Palabra con fe y con espíritu abierto, y una brisa saludable de espiritualidad envolverá nuestros hogares.
LECTURAS. Eclo 3,3-7. 14-17a. Salmo o canto. Col 3,12-21. Aclamación. Lc 2,22-40. Breve silencio
COMENTARIO HOMILÉTICO. Determinadas transformaciones sociales están afectando a la familia. ¿Todas buenas?... Caen viejos esquemas, cambian algunos roles, pero la familia permanece como uno de los valores importantes, de primer orden. Las encuestas reflejan que seguimos dando importancia y valor a la vida familiar.
Todos sabemos que la familia es mucho más que una palabra que oímos o pronunciamos con frecuencia. Es mucho más que un cobijo para solucionar las necesidades básicas. ¿Qué sería de nosotros sin la familia? ¿Puede un ser humano subsistir sin ella?
La familia es un don, pero es también un proyecto y un espacio-lugar de trabajo. Sostiene a la persona en su realidad más profunda y singular; la envuelve en todas sus dimensiones físicas y espirituales (que no significa religiosas) eso dependerá de cada creencia; la acompaña en todo momento desde el nacimiento hasta la muerte. En la familia se aprende a llenar la vida de sentido; es el mejor ámbito para una correcta maduración.
Nosotros, los creyentes consideramos la familia no solo desde el ámbito natural y cultural, sino también desde la fe y concretamente desde el Evangelio y el Magisterio de la Iglesia. El Concilio Vaticano II, abierto y dialogante con el mundo, en su Constitución Gaudium et Spes afirma: Que la familia es escuela del más rico humanismo y constituye el fundamento de la sociedad (GS 52) Inspirados o no en estas afirmaciones, muchos pensadores coinciden en asegurar que la familia es lo más humano que tenemos, quizá la mayor fuente de humanidad que existe. Si alguien no ha sido esculpido sanamente en el taller familiar, probablemente sufrirá quiebras en su humanidad.
Cada uno es importante en la familia simplemente porque existe y existe junto a otros... Por eso es lugar de encuentro y encuentro en gratuidad. La vida familiar se cuece en el caldo del cariño, de la comunicación y el respeto, y se teje con la aportación del trabajo de todos. Por eso es tan humana y marca tan profundamente.
Pero la familia ideal es una excepción. Lo más común es que las crisis, los problemas y las tensiones zarandeen la vida familiar. Y lo lamentable es cuando degenera en acritud. A nadie se le escapa que hay familias en las que, en vez de amor, hay frio; en vez de alegría, hay angustia; en vez de liberación, hay opresión; y en lugar de un hogar, hay una fonda... Todos sabemos de familias que no educan para la solidaridad, sino para la injusticia y para los privilegios; no educan para la responsabilidad, sino para el conformismo. Familias que no comparten, sino que consumen, no han aprendido a dialogar, sino a gritar; no enseñaron a orar, sino a maldecir.
Necesitamos, la sociedad y las personas individualmente, familias sanas estables... En este sentido la familia cristiana tiene un gran reto: ser ejemplo, fermento y sacramento. Por tanto, son muchos los aspectos que hay que atender en la vida familiar, muchos los valores que hay que cultivar y respaldar; pero el amor por encima de todo porque lo encierra todo.
En la familia de Nazaret, no faltaron los problemas, El Evangelio lo expone claramente. Pero el problema, el conflicto, no es sí mismo malo; es una consecuencia lógica de la diferencia de pareceres, diferentes modos de vivir las vicisitudes de la vida, pero esto pude ser muy enriquecedor, si el dialogo sincero y la confrontación de opiniones enriquece la convivencia y la hace más fuerte, cada miembro de la familia crecerá en responsabilidad y amor. ( Silencio de interiorización)
CREDO
ORACIÓN DE LOS FIELES
Por la Iglesia, para que sea de verdad la gran familia de los hijos de Dios, roguemos al Señor.
Por todas las familias, para que crezcan en el amor verdadero, roguemos al Señor.
Por las familias que han perdido a alguno de sus seres queridos durante este tiempo de pandemia, para que su unión en el amor crezca con el recuerdo y el cariño a los que se fueron, roguemos al Señor.
Por los matrimonios, para que revivan sus compromisos a diario con renovada ilusión, roguemos al Señor
Por los huérfanos, viudos, separados o divorciados, para que encuentren la ayuda que necesitan, roguemos al Señor.
Para que sea un placer vivir en nuestro pueblo rodeados de familias que se quieren y respetan, roguemos al Señor.
4. RITO DE LA COMUNIÓN
MONICIÓN. La familia creyente se alimenta con la Palabra y con el Pan eucarístico. Jesús nos alimenta a cada uno para que la comunión de la fe se alargue y se estreche en la vida familiar.
CANTO
INTRODUCCIÓN AL PADRE NUESTRO
Padre Santo, unidos en familia,
te damos gracias por todo lo bueno del mundo,
por las huellas de ternura que has dejado
en las personas y en las familias.
Hemos nacido y crecido a la sombra de tu Alianza.
La fe y el corazón nos aseguran
que has alumbrado y bendecido nuestra vida familiar.
Te damos gracias porque nos sentimos hijos tuyos
y porque nos has enseñado la dinámica del cariño auténtico.
No es fácil amar como nos dice el Evangelio
ni seguir tantos ejemplos como hemos recibido dese niños.
Edúcanos en el arte de amar y en el servicio que humaniza
según la herencia que nos lleva a ser hogar abierto.
Bendice, Dios y Padre, a todas las familias
con la paz, el trabajo y el alimento diarios.
Y que el amor mutuo sea como el pan de cada día.
Derrama tu presencia entrañable en los hogares con problemas
y lleva a tu hogar de amor a nuestro familiares fallecidos...
Inspirados en vuestro amor trinitario, unimos en familia creyente nuestras voces
y te decimos: Padre nuestro....
GESTO DE LA PAZ
DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN: CANTO
ACCIÓN DE GRACIAS
Te damos gracias, Dios de la vida, por ser hijos del amor, por el don de unos padres que nos han acompañado y educado responsablemente.
Te bendecimos porque hemos tenido la suerte de sentirnos queridos desde el primer momento.
Agradecemos la labor callada y constante de los padres. ¡Cómo simbolizan tu amor y qué grande es la solicitud de sus cuidados!
Porque la familia ha sido para nosotros un taller de humanidad, hoy podemos reafirmar el compromiso por tu Reino. Padre, cuenta con nosotros para hacer fraternidad.
5. RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN
MONICIÓN FINAL. La familia es uno de los ámbitos más valiosos e importantes para cualquier persona. A pesar de las crisis que atraviesa, mantiene un atractivo singular y resulta un reclamo imprescindible. Que nuestros hogares aporten a la sociedad un testimonio saludable. Habrá buenos ambientes si los verdaderos valores humanos se asimilan en la familia desde el primer momento.
CANTO FINAL Y DESPEDIDA