Celebrando la Palabra - La Sagrada Familia (26 de diciembre)

Celebrando la Palabra - La Sagrada Familia (26 de diciembre)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración de la Sagrada Familia. Ciclo C. 26 de diciembre de 2021.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar por diferentes lugares de la iglesia estas frases: “La familia, la primera escuela”, “La familia, hogar necesario”, “La familia, espacio para crecer como persona”

Se coloca en el presbiterio, o delante del altar, una mesa redonda cubierta con un mantel familiar y seis sillas al rededor.

 

 

2. RITOS INICIALES

 

GESTO DE COMIENZO. Congregada la asamblea, entra una familia (abuelos, hijos y nietos) trayendo:

Uno, una hogaza: mesa común.

Otro, una piña: familia unida.

Otro, un ramo o un florero con flores variadas: unidad y diversidad de la familia

Otro, el Cirio encendido: Jesús, luz en la vida familiar.

Otro, una bandeja grande con instrumentos de trabajo: agujas de tejer, un ovillo, una llave inglesa, un delantal, unos libros de texto...algo propio de la zona...etc.

Todos se sientan al rededor la mesa.

SI NO ES POSIBLE REALIZAR EL GESTO ANTERIOR, PODEMOS HACER ESTE MÁS SENCILLO:

Un panel familiar con fotografías de: Abuelos, padres y nietos.

MONICIÓN DE ENTRADA. Hermanos y hermanas, tiene especial relieve la acogida cuando nos reunimos con sentido de familia. En el nombre del Dios familiar, que nos acoge en su hogar, nos saludamos.

La motivación y el símbolo de la celebración de hoy es la familia: familia humana y familia en la fe. La familia es una realidad querida y necesaria para todos. Es nuestra raíz. El hogar siempre ha sido para cada uno un lugar especial.

Por medio de esta celebración nos unimos a todos los hogares que viven felizmente unidos, pero también, y de un modo especial, a cuantos sufren el desgarro de un amor roto. Vaya para ellos nuestra comprensión y nuestra oración.

CANTO

SALUDO. Hermanas y hermanos, bendigamos a Dios, que quiere ser uno más de nuestra familia.

ACTO PENITENCIAL

Siendo realistas, seguramente tenemos que reconocer que nuestra vida familiar está lejos del ideal que encontramos en la familia de Nazaret. Por eso reconocemos nuestros pecados personales y comunitarios:

Porque faltamos al amor y no damos el testimonio cristiano que debiéramos: Señor, ten piedad.

Tú que supiste unir la obediencia al Padre con la responsabilidad familiar: Cristo, ten piedad.

Tú que eres Espíritu de unión: Señor, ten piedad.

Dios bondadoso, ten misericordia de nosotros, perdona nuestros pecados y ayúdanos a ser testigos del Evangelio. Amén

GLORIA

ORACIÓN: Esta oración la hace toda la asamblea. (repartir copias para todos).

Juntos, Como familia creyente,
te bendecimos, Padre bueno.

Como eres Amor,
has rociado de cariño nuestra vida familiar:
la relación de los padres con los hijos,
el amor de los esposos,
la convivencia entre: abuelos, hijos y nietos.

Te aclamamos, Padre, uniéndonos a tantos hogares,
que viven felizmente el encuentro amoroso.

Pero nos unimos también a cuantos dolidos y frustrados.
sobrellevan con dificultad las tensiones de la vida diaria.

Deseamos que el amor canalice nuestra relación
y que el perdón sea amplio y generoso entre unos y otros.

Ayúdanos en la apasionante aventura del amor
creativo y servicial.

Danos comprensión para entendernos
en las legítimas deferencias.

Gracias por el cariño que experimentamos
y por la fraternidad que expandimos como un regalo tuyo. Amén.

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

MONICIÓN A LAS LECTURAS. En la familia todo debe ser entrañable. Sin entrañas de cercanía y de cariño, la familia no aguanta, se quiebra. El autor de la carta a los fieles de Colosas, amplía el horizonte de la familia de sangre en la perspectiva de la familia cristiana. En ambas lo decisivo es la comprensión, el buen entendimiento y el amor.

Jesús fue arropado, cuidado y educado, desde pequeño, por sus padres. El ejemplo de la sagrada familia nos ha de servir para cuidarnos unos a otros en la familia, teniendo especial cuidado con los más necesitados.

LECTURAS. Eclo 3,3-7.14-17a. Salmo o canto. Col 3, 12-21. Aclamación. Lc 2,41-52. Breve silencio.

COMENTARIO HOMILÉTICO. Llegada la Navidad, tenemos un día señalado para mirar detenidamente la realidad familiar. Es también una fecha muy apropiada para resaltar en la Comunidad cristiana los verdaderos valores que deben estar presentes en nuestras comunidades.

En una familia cristiana, como en cualquier otra familia, lo que nunca debe faltar es el amor. Para ello el diálogo es esencial en cada momento y acontecimiento, escuchándonos y poniéndose cada uno en lugar del otro.

A veces, los padres hacen valer su autoridad, sin comprender suficientemente las etapas por las que están pasando los hijos. También los hijos deben ser más razonables, escuchando e intentado comprender más y mejor a sus padres. Todos necesitamos un diálogo abierto, sereno y cariñoso.

La familia es la primera escuela en la que deberíamos aprender los valores fundamentales para andar con firmeza e integridad por la vida. Estos valores se transmiten más con ejemplos vivos que con palabras. Una teoría que no se demuestra con la vida no cala en el corazón de nadie y menos aún de un niño.

Es muy importante preocuparse por el bienestar de todos los miembros de la familia. Pero nunca debemos olvidar el cultivo de valores como la humildad, la iniciativa, el servicio, la gratuidad, el perdón, el compromiso, en definitiva, los valores del Evangelio.

Tenemos la misión, como creyentes, de hacer Reino de Dios en la tierra, y esta tarea empieza en nuestros hogares, procurando que reine el amor, el respeto, el servicio mutuo..., hasta el develo por el que más lo necesita.

Nos fijamos también en esta otra familia, la que formamos los seguidores de Jesús. Para Él, quien cumple la voluntad del Padre ese es su hermano y su hermana y su madre, es decir su verdadera familia. Vivamos hermanados unos con otros, valorando todo lo de Jesús y considerándolo como el principal entre nosotros. (silencio de interiorización).

CREDO

ORACIÓN DE LOS FIELES

Para que haya fraternidad y buena convivencia, roguemos al Señor.

Para que la Iglesia se parezca lo más posible a una familia y todos nos sin tamos unidos en la fe, la esperanza y el amor, roguemos al Señor.

Para que haya amor en todos los hogares y las dificultades se superen con diálogo y respeto, roguemos al Señor.

Para que huérfanos y separados encuentren en la iglesia y en cada uno de nosotros respeto, ayuda y comprensión, roguemos al Señor.

Por todas las familias cristianas para que cultiven la Palabra de Dios y la oración como otra actividad más de la familia, roguemos al Señor.

Por todas nuestras familias, para que sean bendecidas y vivamos en fraternidad parroquial, roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE COMUNIÓN

 

MONICIÓN. Jesús es alimento personal y alimento comunitario-familiar-. compartir la comunión significa compartir el testimonio, el compromiso y el proyecto común de la misión cristiana.

INTRODUCCIÓN AL PADRE NUESTRO

Dios, de quien procede toda paternidad
en el cielo y en la tierra.

Padre que eres amor y vida,
haz que cada familia humana se convierta,
por medio de tu Hijo Jesucristo, nacido de mujer,
en verdadero santuario de vida y de amor
para las generaciones que continuamente se renuevan.

Haz, Señor, que tu gracia guíe a los esposos
para el bien de las familias,
de todas las familias de este pueblo.

Que las nuevas generaciones
encuentren en la familia un fuerte apoyo
para su humanidad y crecimiento.

Haz que el amor se demuestre más fuerte
que cualquier debilidad y cualquier crisis
por las que pasmos las familias.

Derrama tu presencia entrañable en los hogares con problemas,
y acuérdate de nuestros familiares fallecidos.

Lo ponemos todo al cuidado y la ternura de tu familia,
modelo de convivencia y cuidado.

Y te rezamos juntos en familia creyente
la oración de los hijos y los hermanos. Padre nuestro...

GESTO DE LA PAZ

DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN: CANTO

ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias, Señor, por tener una familia.
Haz de nuestro hogar una casa de tu amor.

Que no haya distanciamientos, porque Tú nos unes,
que no haya amarguras, porque Tú nos bendices.

Que no haya intolerancias, porque Tú nos das el perdón.

Que no haya abandonos, porque tú estás con nosotros;
que no haya tristezas, porque Tú nos das alegría.

Que cada día sea una ocasión de más entrega y servicio
y cada atardecer nos encontremos en mayor comunión familiar.

Que demos lo mejor de nosotros mismos
para ser felices en familia
y que hagamos del amor un motivo para amarte más.

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

COMPROMISO. Unión como familia y testimonio cristiano entre los vecinos y conocidos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN (se toma del misal)

BENDICIÓN

MONICIÓN FINAL. La familia es un ámbito privilegiado para el amor y la libertad; es pieza fundamental de la sociedad y la mejor escuela de la vida. Pero las cosas están cambiando a un ritmo vertiginoso y no siempre para bien. Ayudémonos unos a otros para que cada familia sea un embrión de fraternidad y de convivencia según el Reino de Dios.

NOS DESPEDIMOS ADORANDO AL NIÑO Y CANTANDO VILLANCICOS, EN FAMILIA CREYENTE