Celebrando la Palabra - Santa María, Madre de Dios (1 de enero)

Celebrando la Palabra - Santa María, Madre de Dios (1 de enero)

Material para el Animador de la Palabra.

Celebración de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Ciclo C. 1 de enero de 2022.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar, junto a una imagen de Mará, esta frase: “MARIA, EJEMPLO A SEGUIR TODO EL AÑO”

 

 

2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Comenzamos un año civil, Nos hemos deseado lo mejor y, seguramente, hemos acompañado las palabras de felicitación de un gesto cordial. Pero en todo nuevo proyecto surgen dudas e interrogantes, y más aún, cuando el futuro se dibuja un tanto incierto, a niveles nunca conocidos. Tendremos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para que el año 2022 sea feliz, no basta con decirlo; tendremos que ser muy solidarios con los países que aún no han recibido ni la primera dosis de vacunación.

Oremos para que nuestras actitudes diarias engendren la paz y la felicidad que nos hemos deseado.

Canto

Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos a Dios Padre, que nos ha enviado a su hijo nacido de María.

Acto penitencial. Al recoger en una mirada global el año que ha terminado, seguramente descubrimos que existen motivos suficientes para agradecer y también para pedir perdón:

Agradecimiento, porque la vida nos ha sonreído, nos ha curtido... porque hemos colaborado con ella y hemos aprovechado sus favores.

Perdón, porque muchas veces no hemos estado a la altura de lo que la vida nos da, la hemos podido maltratar en otras personas y en nosotros.

Paz y felicidad, son dos grandes deseos que solemos expresar estos días. Trabajemos para hacerlos realidad todos los días del nuevo año: Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad.

Gloria

Oración. Dios y Padre nuestro, que por la maternidad de María nos entregaste los bienes de la salvación, concédenos experimentar su presencia y cercanía en nuestra vida cotidiana y, como Ella amar a Jesús entrañablemente. Te lo pedimos por Él, que vive contigo y el Espíritu por siempre. AMEN

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición a las lecturas. La Palabra de Dios resalta hoy un valor importantísimo: “Somos hijos de Dios”. El Evangelio apunta un rasgo característico de la personalidad de María: “conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”. También recoge como Jesús es educado en las tradiciones y costumbres de su pueblo. Por eso es circuncidado. En este mismo acto recibe el nombre que dará sentido a toda su vida: “Jesús: el Salvador”

Lecturas. Nm 6,22-27. Salmo o canto. Gá 4,4-7. Aclamación. Lc. 2,16.21. Breve silencio

Comentario homilético. Hoy, día primero del año, nos da pie para destacar una pluralidad de mensajes, según atendamos a motivos litúrgicos o sociales.

En el inicio del año, la liturgia nos presenta a María como madre y, con un gran talante de interioridad: ella meditaba los acontecimientos pasándolos por el corazón,” recordando” desde la fe y con perspectiva de historia de la salvación. María traía a la memoria asiduamente el plan de Dios, consciente de que la obediencia creyente es una tarea diaria. Esta estampa de María constituye una sugerente invitación a vivir el año con una fuerte dosis de interioridad. Nos propone como creyentes aprender a vivir meditando y sacando conclusiones de los acontecimientos de nuestra vida: personal, familiar, comunitaria.

Cada nuevo año es un don: ¡¡Agradécelo!! No es cuestión de llenar la vida de años, sino los años de vida. En este sentido cada año es un reto: es nuevo y distinto. ¿Lo valoramos así? Descubramos la sorpresa de cada día e interpretémoslo como un tiempo de Gracia. Breve pausa...

Las instituciones promueven en este día el valor de la paz. Socialmente se invita a vivir todo el año en la tónica de la paz, del equilibrio, de una convivencia en armonía. Pero la paz es fruto de la justicia y, las desigualdades cada día son más sangrantes; la crisis provocada por la pandemia, que no nos da tregua, ha puesto de relieve, la gran injusticia que están viviendo los países menos favorecidos, donde aún, como hemos escuchado en la monición de entrada, la mayoría de la población no ha recibido ni la primera dosis de vacunación contra este virus letal que nos acecha.

“He llegado a casa y mi “Belén” ¡no funciona! el niño cada vez más diminuto, casi desvanecido... y voy recordando mi comportamiento: He sentido junto a mí la injusticia, un pobre hombre quedó casi deshecho, debía haber intervenido, comprometerme... pero me callé; por “prudencia”. Me salió al paso la inmigrante con su niño en brazos y cambie de lado de la calle. Aquella persona que me crucé con su desesperación a cuestas y mis consejos inútiles y, agaché la cabeza para no mirarla... y el alcohólico con el que me cruzo todas las mañanas, con su abrigo raido y sus manos ateridas, la anciana que esperaba inútilmente que le dedicase unos minutos para repetirme su letanía de dolores... el silencio vil ante la injusticia, y un largo etc. Por eso el niño adelgaza y se encoge, las luces han dejado de funcionar. Ahora que he descubierto el fallo debo sacar las conclusiones. ¿Sabré poner remedio?

Dios tiene millones de caras. El niño me da su cita, cada día me espera detrás de cada una de ellas; y, si no sé reconocer al Niño-Dios en cada uno de los rostros, mi belén seguirá sin funcionar, seguirá siendo maravilloso, tal vez hasta gane el primer premio. Pero no habrá servido para nada.... quizá, si, sirva para algo: Para banalizar y ridiculizar el NACIMIENTO DEL DIOS NIÑO.

Nosotros, además de valorar todo lo que socialmente se trabaje al servicio y promoción de la paz, recordamos la bienaventuranza:

Dichosos los que trabajan por la paz ... y podemos añadir estas otras:

Dichosos los que hacen justicia a los más necesitados.
Dichosos los que viven en paz consigo mismos y con Dios.
Dichosos los que construyen la paz en la familia.
Dichosos los que siembran la paz entre los vecinos.
Dichosos los que no se crean enemigos.
Dichosos los sembradores de la no-violencia.
Dichosos los que saben perdonar y aceptan el perdón.
Dichosos los que piensan que siempre hay una nueva oportunidad.
Dichosos los que saben comprender y tienen hambre de paz.

(silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Para que se promuevan y respeten los derechos humanos en todo el mundo, roguemos al Señor.

Por la Iglesia, para que testimonie intensamente el valor de la paz, roguemos al Señor

Para que, a lo largo de todo este año, crezcan entre nosotros la ayuda y la buena convivencia, roguemos al Señor.

Por quienes ven este año con desesperanza, para que, la atención y el apoyo de todos nosotros les aporte estimulo e ilusión, roguemos al Señor.

Por esta Comunidad cristina, para que avance en servicio y compromiso con el Reino de Dios, roguemos al Señor.

Por todos los miembros de esta comunidad que han muerto durante el paso año, para que el dueño del tiempo y Señor de la eternidad los haya devuelto a la Vida en Cristo Resucitado, roguemos al Señor.

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Jesús es el pan vivo amasado en las entrañas de María. Dios nos alimenta de esta manera tan divina y tan humana.

Introducción al Padre nuestro.

Padre bueno, pedimos tu bendición
al comienzo de este nuevo año,
y nosotros también te bendecimos
porque a ti pertenecen, más que a nosotros,
el tiempo y la historia.

Nuestro caminar es como de romería:
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero...

En corro de hermanos celebramos la vida:
el nacimiento de los niños
y el de los mayores que nacen de nuevo.

También celebramos la paz
y las reivindicaciones de nuestros pueblos,
la rebelión de los oprimidos
y la bravura de los hombres con genio.

Sí, ha nacido el Salvador:
trae un clamor de Evangelio justo
y un abrazo fraterno.

Arrastra una liturgia de vida,
un talante ejemplar que provoca seguimiento.

Y en corro de hermanos celebramos a María,
la virgen Madre, pregonera y silenciosa,
que ha depositado en el surco de la historia
el fruto de su vientre: retoño de paz,
Palabra de Dios definitiva,
sacramento de amor, justicia y salvación.

Ésta es, Padre, nuestra plegaria,
que rubricamos diciendo juntos
la oración de los hijos y hermanos: Padre nuestro ...

 

Gesto de la Paz (hoy se da un sentido especial a este gesto)

Distribución de la comunión

Acción de gracias: Espontaneo...se invita a que alguien de gracias por el nuevo año, u otro motivo...

 

 

5. RITO DE DESPEDIDA

 

Compromiso: Proyecto personal de vida para todo el nuevo año.

Bendición

Monición final. ¡¡Felicidades!!, es tal vez, la expresión más oída en estas fiestas navideñas; el deseo ya está expresado, ahora queda lo más importante: trabajar cada día del año para hacerlo realidad. Hemos comenzado bien, reunidos en comunidad de fe. Salgamos a la calle con el firme propósito de vivir en paz con todos, el mejor modo de hacerlo es: hacer justicia a los oprimidos.

FELIZ AÑO NUEVO.