Material para el Animador de la Palabra.
Celebración del XIX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A. 13 de agosto de 2023.
1. AMBIENTACIÓN
Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “¡Ánimo! Soy yo, no temáis” o “Gracias a la fe no nos hundimos”.
2. RITOS INICIALES
Monición. Bienvenidos a la celebración cristiana. No es ninguna contradicción que el Señor nos pida estar despiertos y vigilantes en medio de este tiempo general de vacaciones, porque hemos de vivir siempre con altura de miras y dignidad; confiando siempre en su palabra. En todo momento hemos de cultivar la honestidad y cumplir con el apasionante y duro oficio de remar en un mar agitado. Además, Jesús es el amigo que llega siempre en el momento oportuno, lo que nos corresponde a nosotros es reconocer su presencia en los avatares de la historia y acogerlo en nuestra barca.
Canto
Saludo. Hermanas y hermanos, bendigamos al Señor con una fe despierta y atenta.
Acto penitencial
Por las veces que nuestro corazón no reconoce la presencia de Dios, Señor, ten piedad.
Por las veces que andamos aletargados o dormidos, Cristo, ten piedad.
Por las veces que no seguimos tus llamadas y evadimos nuestros compromisos, Señor, ten piedad.
Gloria
Oración. Dios bueno, a quien podemos llamar Padre y Madre, haz que sintamos siempre tu ternura y tu compañía, para que, confiando siempre en tu palabra, no dudemos nunca de tu ayuda y, aprendamos a amar a los hermanos que comparten con nosotros la travesía de la vida; y un día alcancemos todos juntos la orilla, donde nos esperas Tú con los brazos abiertos. Por J. N: S.
3. LITURGIA DE LA PALABRA
Monición a las lecturas. En el libro de los Reyes se describe un episodio narrativo- poético... El profeta nos quiere decir con ello que ha sentido la presencia de Dios en el suave pasar de la brisa. El Señor está ahí siempre: en un paseo por la naturaleza, en la lectura de un libro, en la sonrisa de un niño...
El desgarro del corazón de San Pablo, ese martirio interior, se debe a la solidaridad con su pueblo, con sus hermanos judíos.
Las dos lecturas hacen referencia al Evangelio, es decir, la presencia de Dios y de Jesús en medio de la vida y, nuestra incapacidad para reconocerle inmediatamente.
Lecturas. 1Re 19, 9a.11-13a. Salmo o canto. Romanos 9,1-5. Aclamación (Aleluya) Mateo 14, 22-33. (Breve silencio)
Comentario Homilético. Como ya hemos escuchado en la monición a las lecturas, los tres textos que nos propone hoy la liturgia, reflejan el tema de la presencia de Dios, siempre activa en la historia universal y en los acontecimientos personales de cada uno.
Sin embargo, las dificultades de la vida nos azotan a veces con especial crudeza. La barca vital que vamos conduciendo, se zarandea en ocasiones amenazando hundimiento bajo problemas de toda índole. Y Jesús se ha retirado durante esa “oscuridad”, parce ajeno a nuestra zozobra.
El viene para arrancar la oscuridad: “Al final de la noche”, pero en el claroscuro de nuestra fe, entre el sueño y la vigila, crecen los fantasmas y no distinguimos con claridad su presencia... La actitud de Pedro, que empieza a hundirse, es la imagen de la debilidad de los discípulos de todos los tiempos y, también de la fortaleza que surge de una fe y autentica: “Señor, sálvame” Sí, ante la dificultad hay que sacar los recursos que llevamos dentro. En todos hay capacidad de valentía, clamar a Dios en la dificultad es un acto de amor confiado, solo los valientes saben hacerlo. Siempre hay posibilidades de solución. El Señor ha invitado a Pedro a ir hacia Él sobre el agua, que simboliza aquí, todo lo que nos amenaza: inseguridad, increencia, hostilidad, muerte... “¿Aún no tenéis fe?”. “Señor creo...pero aumenta mi fe”. La fe es un don para construirnos como personas. Por tanto, nos ha de servir para ser valientes y emprendedores. ¿Pero, qué buscamos en la fe? ¿Qué esperamos de ella? Es muy fácil recurrir a Dios, cuando nos escuece la herida, para que sea Él quien nos resuelva el problema.
Pero como Él es infinitamente más digno y certero que nosotros, nos dice: “Os basta con la fe” y con las capacidades humanas que tenéis; os haría un flaco favor si os supliera en vuestra libertad y en vuestra responsabilidad.
Resumiendo, nos ha de quedar claro que Jesús se ha embarcado con nosotros en la travesía de la vida y no nos va a abandonar nunca, a veces no sentiremos su presencia o, lo confundiremos con un fantasma... Ciertamente no va a hacer lo que nos corresponda a nosotros por responsabilidad. Pero, si vivimos en comunión con Él nunca nos hundiremos. Jesús fue agitado por las tormentas de la vida como el que más. Y ni el martirio lo hundió. Al contrario, la confianza en el Padre lo colmo de resurrección.
Hermanas y hermanos, está claro que a Dios no nos lo ganamos con quejas estériles ni pidiéndole que nos supla cuando es nuestra responsabilidad la que ha de actuar. Le importamos mucho; por eso no nos quiere hundidos, sino activos, cargados de vitalidad, y de esperanza. (Silencio de interiorización)
Credo
Oración de los fieles
Por la Iglesia, para que sorprenda por su misión arriesgada y valiente, roguemos al Señor.
Por todos los pueblos de la tierra, para que avancen en justicia y cooperación, roguemos la Señor.
Para que seamos cristianos despiertos, atentos y con mucha vida interior, roguemos al Señor.
Por cuantos disfrutan de sus vacaciones, para que regresen a sus casas llenos de paz y energía, roguemos al Señor.
Por quienes no pueden tener vacaciones y por quienes no pueden vivir dignamente, roguemos al Señor.
Por quienes sufren la frustración del desempleo, para que encuentren apoyo y trabajo, roguemos al Señor.
Por todos nosotros, para que seamos diligentes y responsables en todos nuestros quehaceres, roguemos al Señor.
4. RITO DE LA COMUNIÓN
Monición. La fe es una convivencia con Dios. Que la comunión con Jesús nos ayude a vivir más profundamente la fe.
Canto
Introducción al Padre nuestro
Padre santo, es justo que te demos gracias
por la fe que nos llena de luz y de color.
Tenemos muchos motivos para estar contentos.
Resuenan en nosotros tus llamadas y tus promesas
y hasta tu aplauso cuando nos encuentras atentos y en vela.
Por la fe muchos cristianos eligen ser pobres,
limpian el corazón lo más que pueden,
trabajan la reconciliación, la paz y la justicia,
son rostro y manos de misericordia.
Por la fe muchos se convierten y otros encuentran su ideal.
La fe nos pide ser verdaderamente valientes
nos lanza a la inseguridad del agua,
y asegura que tu mano está tendida para salvarnos.
La fe nos hace portadores de la mística que regala el Evangelio,
símbolos y alternativa de fraternidad.
Padre santo, por la fe te conocemos mejor.
Y nos unimos a todas y todos los creyentes del mundo y te decimos: Padre nuestro...
Gesto de la paz
Distribución de la comunión: Canto
Acción de gracias. (espontaneo). Se pide a la asamblea que exprese su agradecimiento.
5. RITO DE CONCLUSIÓN
Compromiso. Vivir despiertos y atentos.
Oración después de la comunión (se toma del misal)
Bendición
Monición final. Los cristianos tenemos mucho que aprender de Jesús. Él, por su fuerte vinculación con el Padre es una persona lúcida, valiente y fiel.
Dichosos nosotros si vivimos atentos y centrados: seremos un manantial de Evangelio para quien quiera escucharnos.
Canto final y despedida