La Sinodalidad. Estilo de la Iglesia de hoy

+ Mons. Manuel Herrero Fernández, OSA. Obispo de Palencia

Hoy hablamos muchos de sinodalidad, a veces sin nombrar la palabra. También en nuestra Iglesia en Palencia. Así, en el Plan de Pastoral, entre las actitudes y un estilo de trabajo se recogía lo siguiente: Participando, dialogando y trabajando en equipo. «Reconocemos en todos aquellos que nos rodean la dignidad del hombre y de la mujer, compañeros de esta historia de la humanidad de la que formamos parte. Con una actitud de apertura a cualquier forma de pensar y de sentir. La opción de “caminar juntos” implica asumir la pluralidad como un don, las diferencias como riqueza comunitaria, la originalidad como valor. Esta convicción genera un estilo de vida, de pensar, sentir y obrar, que acoge la diversidad de aportaciones, perspectivas y sensibilidades, no como elementos que disgregan o distorsionan, sino como piezas y materiales que se integran, se suman, se complementan y ayudan a avanzar en el camino de la “comunión poliédrica”».

En un mundo a veces roto por las divisiones, discriminaciones y egoísmo, las comunidades cristianas de Palencia queremos expresar un modo diferente de vivir con los otros, respetándonos y compartiendo alegrías y dificultades, como una verdadera familia.

La corresponsabilidad es una de las expresiones más significativas de la comunión y exige cambios en nuestras actitudes y estructuras, sobre todo en lo que se refiere a la misión y participación de los laicos.

No pueden ser considerados meros “colaboradores” del clero, sino personas realmente corresponsables del ser y del actuar de la comunidad (cfr. LG, 31). Los laicos deben aportar su contribución propia a la misión eclesial, en el respeto de los ministerios y de las tareas que cada uno tiene y siempre en comunión cordial con los obispos (CHL, 34-36).

«La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre…A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la iglesia no es una aduana, es una casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas (EG, 47)». (La alegría de creer y de crear en esta tierra de Palencia. Plan pastoral 2017-2022, págs. 20-23).

La programación de este año, titulada Caminado y cantando melodías de vida y esperanza nos habla de caminar juntos, de seguir siendo compañeros de nuestro pueblo de Palencia, son sus alegrías y esperanzas, con sus dolores y vacíos. Y se nos invitaba a cantar, pero no solos, sino a cantar sinfónicamente, es decir, aportando cada uno los dones que de Dios hemos recibido, armonizando lo diferente, conjugando la pluralidad y la unidad, cultivando los dones , reuniéndose para el ensayo, para programar juntos, orar juntos, ejecutar y revisar juntos, todo bajo un único director, el Señor Jesús, todos con el mismo Espíritu que crea la armonía en la Iglesia , con entusiasmo, todos con la misma partitura, el evangelio, que se concreta en la programación (Pag.3).

¿Qué es sinodalidad? La palabra viene del griego, sin (con) - odos (camino), - hacer el camino juntos, con otros y entre los otros.

Es una dimensión constitutiva de la Iglesia, de tal manera que el papa Francisco ha dicho que Iglesia y sínodo son sinónimos. «La sinodalidad, con el trasfondo y centralidad de la evangelización y del Sensus Ecclesiae como elementos determinantes de nuestro ADN eclesial». «El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer milenio: este es el compromiso programático propuesto por el Papa Francisco en la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la institución del Sínodo de Obispos por parte del San pablo VI. En efecto, -ha subrayado- es dimensión constitutiva de la Iglesia, de modo que lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está contenido en la palabra ·sínodo» (Comisión Teológica Internacional: La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia. Roma. 2018,1). Ya el mismo Jesús es el que caminó con sus discípulos; resucitado camina con aquellos discípulos que iban a Emaús (Lc 24, 13-35), dialoga, interroga, interviene, ilumina, anima, comparte la mesa, etc.

Siempre ha sido el estilo de la Iglesia; cuántos concilios, cuántos sínodos, etc. Así la llamada asamblea de Jerusalén (Hech 15). En la Edad Media esta conciencia sinodal y conciliar se tradujo en un principio canónico: “Quod omnes tangit ab ómnibus tractari debet” -lo que afecta a todos debe ser tratado por todos-, en el que, a mi parecer resuena las frases de San Cipriano de Cartago: “nihil sine episcopo, nihil sine consilio vestro et sine consensu plebis” -nada sin el obispo, nada sin vuestro consejo- el de los presbíteros y diáconos- y sin el consentimiento o consenso del Pueblo.

El Papa San Pablo VI, en el Concilio Vaticano II, instituyó en la Iglesia católica los sínodos de obispos a raíz de una propuesta del Concilio Vaticano II (Chr. D. 5)

El papa y lo desarrolló en un motu proprio Apostolica sollicitudo de 15 de septiembre de 1965. Desde entonces se han desarrollado varios sínodos universales, otros continentales y muchos locales. Actualmente se está celebrando el Sínodo para la Amazonía. Es verdad que estos son solo de obispos; en algunos han asistido y participado laicos y religiosos, sobretodo últimamente, incluso hemos tenido todos la posibilidad de participar en las encuestas y cuestionarios previos que se han realizado en los dos últimos sínodos sobre la familia y la fe, los jóvenes y el discernimiento vocacional. Pero todos han llamado a la corresponsabilidad sobretodo en la nueva evangelización, partiendo del bautismo que nos convoca a misión desde la comunión y de la asistencia del Espíritu Santo que actúa en todos y en el sentido de la fe que tiene el Pueblo de Dios.

El Papa Francisco ha insistido e insiste sobre la sinodalidad. El Papa dice que la sinodalidad trata de caminar juntos y con toda la iglesia bajo la luz, irrupción y guía del Espíritu Santo para aprender a escuchar y discernir el horizonte siempre nuevo que nos quiere regalar. Porque la sinodalidad supone y requiere la irrupción del Espíritu Santo. El papa habla de una doble perspectiva: sinodalidad desde abajo hacia arriba, o sea el deber de cuidar la existencia y el buen funcionamiento de la Diócesis de los consejos, las parroquias, la participación de los laicos, comenzando por la Diócesis, pues no se puede hacer un gran sínodo sin ir a la base…; y después la sinodalidad desde arriba hacia abajo que permite vivir de manera específica y singular la dimensión colegial del ministerio episcopal y der ser eclesial… Esto supone caminar juntos con paciencia, unción y con la humilde humildad y sana convicción de que nunca podremos responder contemporáneamente a todas las preguntas y problemas. Es decir, supone y entraña la conversión personal y comunitaria.

En Palencia también hemos tenido y tenemos experiencia sinodal. Se han celebrado XXV sínodos diocesanos a lo largo de los años. El último se convocó siendo obispo de la misma Mons. Nicolás castellanos y se clausuró el 12 de octubre de 1988. Hoy, en el Plan Pastoral y en las Programaciones anuales, se recogen muchos ecos en continuidad con muchas de sus conclusiones.

Os propongo profundizar en este estilo. Deseo que este estilo se exprese también en las parroquias y unidades pastorales, en las asociaciones de fieles y otras formas de comunión eclesial como cofradías. Qué hermoso sería que todos intentáramos un pequeño sínodo o si queréis asamblea en cada parroquial o unidad pastoral, en cada comunidad, escuchándonos unos a otros, escuchando al Pueblo de Dios y escuchando a la sociedad, pequeña o grande, escuchando al mundo y a la naturaleza, al medio ambiente, dispuestos a actuar, porque le fe actúa por la caridad.

Alguno dirá: ¿Cuál es el papel del sacerdote, obispo o presbítero? No el clericalismo, que consiste en decirlo todo, hacerlo todo, controlarlo todo como si el Pueblo no estuviera asistido por el Espíritu Santo. No. Somos ministros, servidores que ejercen un ministerio, un minus stare, es decir, personas humildes, pequeños, sencillos que hacen el servicio de presidir, sentarse delante de, como el padre o la madre de familia para oír a todos, animar a todos, dar la palabra a todos, velar por todos, sobre todo los más pequeños, dar juego, desde la unidad de la fe y de la comunión en la caridad.

 

 

Tags:

La Diócesis de Palencia

Obispado de Palencia
C/ Mayor Antigua, 22
34005 - Palencia (ESPAÑA)
Teléfono: 979 70 69 13
Fax: 979 74 53 14
Enviar Mail

Buscar