Charlas en Cuaresma - “VOCACIONES. Después del Congreso, ¿qué?”.

Ayer elebramos la tercera y última jornada de las “Charlas en Cuaresma”, organizadas por el Centro Diocesano de Formación. En formato de Mesa Redonda, con el título “VOCACIONES. Después del Congreso, ¿qué?” fue moderada por José Luis Pablos, animador pastoral con jóvenes… y compartieron sus experiencias Liz, religiosa; Mamen, laica; Aurelio, sacerdote; y Lola, joven.

Además de presencialmente en Centro Cultural Provincial (Plaza de los Juzgados) se pudo seguir a través del canal de YouTube de la Diócesis de Palencia.

 

El Congreso de Vocaciones: Un encuentro de fe y comunidad

El Congreso, celebrado bajo el lema “¿Para quién soy?”, reunió a unas 3.000 personas en Madrid, incluyendo una representación de 25 asistentes de Palencia, de los cuales 12 eran menores de 35 años. A través de ponencias, talleres y momentos de oración, los participantes reflexionaron sobre la vocación como una llamada a poner los dones propios al servicio de los demás. Un video resumen proyectado al inicio de la mesa redonda permitió revivir algunos de los momentos más significativos del Congreso, recordando la invitación del Papa Francisco a preguntarse: “¿Para quién soy yo?”.

 

Voces desde la experiencia: Testimonios de los participantes

Entre los ponentes de la mesa redonda estuvieron Aurelio, rector del seminario y delegado de Vocaciones; Lola, presidenta del Movimiento JEC; Lisbeth, misionera Hija del Corazón de María; y Mamen, animadora de Acción Católica General. Cada uno compartió su vivencia y la huella que dejó en ellos el Congreso.

Aurelio destacó la organización del evento, reconociendo que, aunque fue un proceso complejo, valió la pena al ver la motivación y la riqueza de la diversidad eclesial. “La fe se fortalece cuando se comparte, y este congreso ha sido una muestra de cómo la Iglesia es un espacio de acogida para todos”, señaló.

Por su parte, Lola subrayó la importancia de la vocación en lo cotidiano: “La vocación no es algo lejano o abstracto, sino que se vive en cada decisión diaria”. Lisbeth, por su parte, resaltó que el Congreso le permitió reafirmarse en su misión: “Me di cuenta de que no estoy sola en este camino y que cada vocación es esencial para la misión de la Iglesia”.

Para Mamen, la experiencia fue un regalo que le permitió conectar con su vida personal y plantearse nuevos desafíos. “Escuchar los testimonios de los jóvenes y compartir momentos de oración fue algo realmente enriquecedor”, comentó.

 

Momentos especiales y encuentros significativos

Los participantes también compartieron anécdotas y experiencias que marcaron su vivencia en el Congreso. Lola destacó la oportunidad de hablar de manera cercana con el obispo de Palencia, lo que rompió con la imagen distante que a veces se tiene de los prelados. Aurelio recordó con emoción cómo un grupo de jóvenes de 17 y 18 años le pidió bajar a la capilla a rezar en un descanso del Congreso, demostrando la profundidad de su compromiso espiritual.

Lisbeth, por su parte, contó cómo se reencontró con un joven al que había conocido de niño y que ahora demostraba una fe madura y comprometida. “Fue un momento de gracia que me recordó que la semilla que se siembra, tarde o temprano, da fruto”, afirmó.

 

El desafío de trasladar la experiencia a la Diócesis de Palencia

Uno de los principales objetivos de la mesa redonda fue analizar cómo trasladar a la realidad diocesana la experiencia vivida en el Congreso. Aurelio explicó que es fundamental favorecer la cultura vocacional y para ello se plantea la creación de un Servicio diocesano de Pastoral Vocacional.

Mamen propuso visibilizar la diversidad de carismas en la Iglesia y concienciar a la comunidad de que todos están llamados a una misión. Lola destacó la importancia de continuar con actos cotidianos que ayuden a descubrir la vocación, mientras que Lisbeth sugirió involucrar a los colegios católicos en este proceso, promoviendo encuentros de oración y diálogo.

 

Herramientas y estrategias

En el debate también se analizaron las mejores estrategias para fomentar vocaciones. Mamen destacó la necesidad de estar presentes en los entornos cotidianos y acompañar a quienes buscan respuestas. “No se trata de convencer, sino de testimoniar con nuestra vida”, enfatizó.

Aurelio informó que ya han comenzado a trabajar en una hoja de ruta para desarrollar los objetivos del Sínodo, con reuniones con los asistentes al Congreso para definir pasos concretos. Lisbeth, por su parte, subrayó la importancia del testimonio de vida y de mostrar, con hechos, que todos estamos llamados a la misión.

 

Impacto en las comunidades y pasos a seguir

Uno de los retos mencionados fue cómo transmitir la experiencia vivida en el Congreso a las comunidades locales. Para Mamen, la clave está en compartir de forma natural lo aprendido y vivido, aunque reconoce que “es difícil trasladar toda la intensidad de la experiencia”.

Aurelio destacó la revitalización interior que muchos han experimentado tras el Congreso y el desafío de transmitir a otros la grandeza de la vocación bautismal. Además, se planteó la necesidad de revisar y proponer acciones a tres años vista, incorporando la vocación como un eje transversal en la pastoral juvenil.

 

Conclusiones: Un camino compartido

La mesa redonda concluyó con una llamada a concretar la experienca y trabajar en la implementación de una cultura vocacional en todas las delegaciones diocesanas. “La vocación no es solo una elección personal, sino una llamada a la responsabilidad y al servicio”, señaló Aurelio.

El objetivo final es pasar del “pienso, luego existo” al “soy llamado, y por eso vivo”. Con este desafío en mente, la Diócesis de Palencia se prepara para dar los siguientes pasos en su camino vocacional, confiando en que cada pequeño gesto puede ser la semilla de una gran cosecha.