Cartas y Artículos

Dar posada al peregrino

Uno de estos días pasados, no recuerdo cuál, los distintos medios de comunicación social recogían datos sobre los peregrinos que han pasado por el Camino de Santiago, cuántos se han alojado en los albergues de la provincia de Palencia, etc. También se ha asomado la reivindicación del antiguo o nuevo Camino Lebaniego por las montañas del Norte.

Vestir al desnudo

Entre nosotros, muchos hoy nos protegemos del frio que nos entra procedente de Siberia y nos deja helados y, tristemente, ocasiona algunos muertos por las bajas temperaturas entre los más pobres y desfavorecidos, etc.; otros, cuando llega el verano, nos ponemos una ropa más apropiada, nos desvestimo

Dar de beber al sediento

Sin duda muchos de vosotros también habéis tenido experiencias parecidas. Siempre recuerdo con gratitud el comportamiento de un matrimonio gallego hacia los peregrinos que íbamos a Santiago de Compostela. Hace ya mucho tiempo, estando de párroco en la parroquia de san Agustín, de Santander, organiza

Dar de comer al hambriento

Las obras de misericordia, corporales y espirituales, son complementarias. El hombre es una unidad y no podemos dividirle ni separar las obras del amor. La primera de las obras corporales de misericordia es “DAR DE COMER AL HAMBRIENTO”.

¿Cuántas son las Obras de Misericordia?

La cultura de la misericordia, o de la ternura, tienen que llevar al encuentro con los demás necesariamente. El papa Francisco no deja de insistir en que es necesario el redescubrimiento del otro y de los otros, que no son competidores, ni enemigos, sino esencialmente hermanos. La misericordia nos i

Y de las Obras de Misericordia... ¿qué?

“¿Vas a seguir escribiendo sobre la misericordia? ¿No te pones un poco pesado?”, me dijo una persona. “Sí -le contesté-; pesado ya lo soy porque siempre he sido gordo, pero en este tema de la misericordia lo seré más”. Estoy convencido de lo que dice el papa Francisco, que la viga maestra del ser y

La Misericordia no se acaba, sigue...

El pasado 20 de noviembre el Papa cerró la Puerta Santa de San Pedro de Roma, clausurando así el Año Jubilar de la Misericordia. Ese mismo día, al final de la Eucaristía en la cual participé junto a los nuevos cardenales y una multitud que llegaba hasta el Tiber, el Papa firmó varios ejemplares de u