+ Manuel Herrero Fernández, OSA. Obispo de Palencia
El ser humano, sea hombre o mujer, porque todos somos seres humanos, iguales y complementarios, en unidad y diversidad, estamos formados por cuerpo y alma. “La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que Dios formó con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre -ser humano- un ser viviente (Gen 2, 7) Por tanto, el hombre -ser humano- en su totalidad es querido por Dios.