Queridos lectores, paz y bien.
El fallecimiento del Papa Francisco ha puesto a la Iglesia en un estado de espera y oración. Dentro de las comunidades cristianas reina la confianza serena de que Dios se preocupa de su pueblo, mientras que en el mundo se debate, desde parámetros ideológicos, el rumbo que pueda tomar la Iglesia católica con tintes polarizados y muy simplistas.